Una polémica Ejecutiva

La polémica sobre si la Ejecutiva Federal del PSOE, que se reúne mañana, debía proponer o no un candidato oficial a los militantes e incluso sobre si debía pronunciarse sobre este asunto la zanjó finalmente el propio Joaquín Almunia.El secretario general y su equipo entendieron rápidamente que no les beneficiaba nada esa discusión, y menos aún tras haber elegido la vía más difícil de la militancia de base para tener acceso a la competición.

Es cierto que persiste una colisión legalista entre las vías posibles para ser candidato reguladas en el reglamento de las primarias y la atribución que los estatutos del partido conceden a la Ejecutiva (artículo 42, apartado L) de "proponer al Comité-Federal el candidato a presidente del Gobierno".

La dirección del PSOE ha entendido que como los estatutos son una norma que sólo puede cambiarse en un congreso es necesario aplicar en este caso una interpretación flexible de su literalidad. Algo por otra parte nada extraño en un proceso tan novedoso y complejo.

La Ejecutiva abordará mañana la discusión genérica de este proceso. Eso sí, certificará la validez de los -dos candidatos, permitirá la toma de postura individual de sus miembros y postergará el pronunciamiento colegiado para después de la votación del día 24.