Borrell apela a las bases socialistas frente al apoyo de González, a Almunia

José Borrell recabó ayer el apoyo de las bases frente al respaldo de Felipe González a Joaquín Almunia en las primarias del PSOE. Sabedor de que despierta tanta simpatía entre los militantes como desconfianza en la cúpula del partido, Borrell quitó importancia al pronunciamiento de González y criticó que Almunia pretenda esgrimir una lista de apoyos de altos dírigentes del PSOE. Borrell subrayó ayer en Tarragona y Lleida que los votos de todos los afiliados tienen idéntico valor y que la decisión sobre quién será el candidato a la presidencia del Gobierno está en manos de todos los socialistas, no sólo de sus dirigentes.

Borrell se sumergió a mediodía de ayer en un baño de multitudes en Tarragona. Casi un millar de personas abarrotaron el salón de actos de la Facultad de Derecho y más de un centenar se quedó fuera. El ex ministro fue ovacionado varias veces, especialmente cuando se presentó como un catalán federalista opuesto al nacionalismo de CiU, al que acusó de creerse con la potestad de emitir patentes de catalanidad.Borrell afiló sus alusiones críticas a Almunia. El político catalán reconoció que el apoyo explícito de González a Almunia "pesa como una losa" sobre la militancia, pero dijo comprender que el ex presidente del Gobierno tiene el mismo derecho que cualquier otro afiliado a hacer pública su elección.

El ex ministro de Obras Públicas contrapuso los votos cuantitativos frente a. los cualitativos. Estos últimos los dejó para Almunia y reclamó para sí los primeros. "Estoy seguro", señaló, "que Almunia saldrá diciendo que tiene tantas firmas de la ejecutiva y de secretarios territoriales... Pero en estas primarias pesa igual el voto del militante más desconocido de cualquier provincia de España que el, del presidente de Castilla-La Mancha", José Bono. "Yo", remachó, "no voy a citar listas. de notables".

Borrell matizó que no quería menospreciar los apoyos de su contrincante, pero indicó que las urnas no distinguen quién emite cada voto. "Yo me dirijo", manifestó, "a aquellos hombres y mujeres que siempre han dado la cara por el Partido Socialista, pese a los roldanes y los rubios". Borrell no sólo reprochó a su rival que presuma de tener el respaldo de los dirigentes del partido. También criticó que Almunia haya escogido el camino más largo para proclamarse candidato (reunir 26.810 firmas) porque eso, dijo, es propio de malos gobrnantes. "Entre cuatro caminos que conducen al mismo lugar", argumentó, "el buen gobernante elige siempre el más fácil".

Borrell lamentó que Almunia no hubiera seguido desde el primer momento su consejo de que la Ejecutiva Federal del PSOE no se pronunciara por ningún candidato antes de las primarias. Y aprovechó su paso por Tarragona y el Pirineo leridano para recabar el voto de los socialistas catalanes para que, dijo, un catalán pueda aspirar a la presidencia del Gobierno "cien años después" del último catalán que ocupó ese cargo: el general Prim.

Subrayó Borrell que no es un disparate que un catalán pretenda gobernar España: "Mi condición de catalán no va a ser un obstáculo ni tendrá coste electoral". Y añadió: "Yo presumiré de mi catalanidad aquí y en Extremadura, porque no es cierto, contra lo que dice Jordi Pujol, que a los catalanes no nos quieran en el resto de España. Nosotros podemos explicar qué proyecto de Estado queremos y nadie debe temer la palabra federal porque no amenaza ninguna identidad.

Borrell hizo votos para que las primarias no afecten a la cohesión interna del PSOE. Y aseguró que este proceso acabará de animar a Pasqual Maragall a presentarse como candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat.