Enrique Urbizu y Juanjo Puigcorbé apuestan por un Carvalho "escéptico y de mirada irónica"
Hasta hace unas semanas, Enrique Urbizu y Juanjo Puigcorbé ni se conocían y, en cambio, ahora son inseparables. Qué remedio. Ambos -Urbizu como director y Puigcorbé como protagonista- se han embarcado en una serie para Tele 5 inspirada en el detective Pepe Carvalho, creado por Manuel Vázquez Montalbán. Y estos días andan por Barcelona metidos de lleno en los preparativos del rodaje, que empezará el 6 de abril. Hablan y hablan, y encima se entienden. Mientras, el cineasta vasco observa al actor catalán y cree descubrir en él "la mirada irónica" que imagina en Carvalho, "un tipo triste y escéptico". Puigcorbé se sabe examinado, pero no le desagrada: "Urbizu es uno de los directores más preparados que conozco".
La serie, que constará de seis capítulos de una hora y media, es un ambicioso proyecto en el que participan tres productoras: de España (Cartel), Italia (Solaris) y Francia (Tanais). Los actores principales -además de Puigcorbé, Valeria Marini (Charo), Walter Vidarte (Bromuro) y Jacques Benguigui (Biscúter)- y algunos escenarios serán siempre los mismos, pero cada episodio tendrá un director distinto. De momento, se cuenta con Enrique Urbizu -responsable de la primera entrega-, el italiano M. Franco Giraldi y el argelino Merzak Allouache. Los otros tres aún no han sido contratados. Pedro Molina coordinará los seis guiones. La serie, con algunas escenas filmadas en Francia e Italia, acabará de rodarse sobre el 15 de noviembre. El presupuesto asciende a 900 millones de pesetas, 150 por episodio.El hermano pequeño es el título del primer programa. Los de más todavía están sin bautizar. El filme arranca con la declaración en el juzgado de un implicado en un caso de financiación ilegal. Se da la circunstancia de que el hombre, hermano menor del ministro de Trabajo por más señas, aparece muerto poco después en la bañera, asfixiado con una bolsa de plástico en la cabeza. La policía cree que se ha suicidado. Pepe Carvalho, no. Se nota que Urbizu, que se declara "un lector compulsivo de novela negra", tiene unas ganas inmensas de empezar a rodar. Le apetece encontrarse con un Carvalho de carne y hueso. "Conozco el personaje desde Tatuaje y jamás me había pensado que algún día me tocaría aproximarme a él así", comenta este bilbaíno de 35 años, que con Todo por la pasta (1990) hizo su primera incursión en el género del thriller, que luego abandonó en Cachito (1995).
Para el cineasta, "Carvalho es sobre todo un punto de vista desde el que ver algunas cosas, como la actualidad política o la evolución ideológica de algunas izquierdas". Tal vez por eso, este Carvalho televisivo no tiene el mismo pasado que el literario. Ni ha militado en el PCE, ni ha pertenecido a la CIA. Tiene la edad de Puigcorbé; es cuarentón y no sesentón, así que le ha tocado vivir sólo la última etapa del franquismo. "Este Carvalho es casi una mirada generacional", zanja Urbizu. Entonces, ¿no es un perdedor, un antihéroe, un sibarita.... no quema libros? "Sí, sí, claro que sí", responde Puigcorbé, "el Carvalho de las novelas es un referente continuo, y de él lo que más me atrae es su faceta como gourmet, un gourmet que sobrevive con un cierto hedonismo y escepticismo, y con una gran inteligencia y ética".
Ésta es la primera vez que Urbizu trabaja para la televisión. Puigcorbé, sin, embargo, empezó cuando los receptores todavía eran en blanco y negro. "Siempre he preferido el cine", dice el director, "pero es que esto tiene todas las características de un largometraje; no tengo la sensación de estar haciendo otra cosa que una película,...
Además, rodamos en formato de cine". El actor encuentra ventajas en los film es para televisión, porque, sostiene, fomentan la industria: "España debería apoyarlos como hacen otros países, donde los fines de semana, por ejemplo, las televisiones sólo pueden emitir tv movies". Ambos conocen anteriores adaptaciones cinematográficas y televisivas de novelas de Carvalho; desde Tatuaje (1976), de Bigas Luna, hasta Asesinato en el Comité Central (1981), de Vicente Aranda, pasando por la serie para TVE de Adolfo Aristaráin. Pero ninguno de los dos ha querido volverlas a ver, adrede, antes de iniciar el proyecto, "para no in con prejuicios".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.