'Killers'
Los sociólogos, los psicólogos, los psiquiatras infantiles disponen de un buen bocado para la investigación tras la serie de niños asesinos que lanzan hoy los países posindustriales. Lo amargo es que la investigación no servirá, al cabo, para nada. Atribuir el impulso criminal a la atmósfera social es una conclusión vaga, descartable por ineficaz. Pero si se concreta, la eficacia es igualmente nula. El problema de los niños asesinos parece insoluble, no porque se ignoren sus raíces, sino por la potencia de cada raíz. Efectivamente, habría menos asesinatos si se prohibiera la libre tenencia de armas, pero disponer de armas es parte, inseparable de la democracia norteamericana. ¿Lograrán los psicólogos desmontar este tabú? Claro que no. Habría, probablemente, menos asesinatos a cargo de niños si las formas estatales ejemplificaran unas relaciones más benévolas, pero el Estado no ve inconveniente en matar o en liderar hazañas bélicas como forma de trato internacional. ¿Podrán los psiquiatras corregir esta naturaleza? Efectivamente, no. En cuanto a las escuelas o las familias norteamericanas, cada vez cuentan menos, y es la televisión, ocupando casi la totalidad del ocio, la que provee ídolos, conductas, convicciones. ¿Podrán hacer algo los hombres de buena fe contra este supernegocio de los multimedias y sus cultivos de la violencia? Unos países exportan drogas; Estados, Unidos exporta, como tóxico genuino, sobredosis de agresividad. ¿Podrán quemarse esas plantaciones autóctonas? Supuestamente, no. Que los ejemplos más rotundos de niños asesinos broten allí, entre tales fertilizantes, parece de razón. Lo temible, lo loco, aparte de ese delirio, es que, sopesada la categoría de las causas, el contagio se propague y, como con las fast food, convivamos pronto junto a una cadena intemacional de born killers.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Primeras palabras de los hijos de Rob y Michele Reiner tras el asesinato de sus padres: “No hay palabras para describir el inimaginable dolor que sentimos cada momento del día”
Barcelona se aferra a la alternancia para retener la Fórmula 1
La Fiscalía sostiene que el tío Toni era un “depredador sexual sin escrúpulos” que se valió de la ayuda de un “grupo de mujeres”
Starmer exige al oligarca Abramóvich que destine a Ucrania el dinero logrado con la venta del Chelsea F.C.
Lo más visto
- Elon Musk, más cerca de ser el primer hombre en alcanzar una fortuna de un billón de dólares
- La población de pumas de la Patagonia se dispara gracias a una presa inesperada: los pingüinos
- El Gobierno de Mazón pagó 107 millones de euros más a Ribera Salud al aumentar su aportación por ciudadano
- El Supremo ordena al ex fiscal general el pago de la multa y la indemnización a la pareja de Ayuso que le impuso al condenarle
- Víctor Manuel, músico: “El capital tiene que rectificar, nunca pensé que fueran a ser tan voraces”




























































