Dos secuestradas logran escapar en Argelia del infierno de los terroristas

Dos jóvenes argelinas que han vivido en los últimos meses el infierno de los campamentos de montaña donde se ocultan los terroristas de su país han conseguido escapar burlando a sus carceleros. El diario argelino Liberté relata esta semana la odisea de las dos chicas, secuestradas junto a otras 10 a primeros de año, durante las incursiones de los comandos del Grupo Islámico Armado (GIA) en la Provincia de Relizán (al oeste de Argelia).Las jóvenes consiguieron golpear a un guardián en la cabeza con una piedra y huir hacia las montañas. Al comienzo eran tres, pero una de ellas, embarazada de varios meses, agotada por la marcha y en estado físico de extrema debilidad, se quedó en el camino. Durante semanas, escribe Liberté, caminaron de noche y descansaron durante el día para no ser localizadas por sus verdugos. El calvario fue interminable hasta que llegaron a la localidad de Reinka, situada en el macizo del Uarsenis.

Las dos jóvenes han contado cómo fueron víctimas de similares atropellos sanguinarios y abusos sexuales por parte de los terroristas. Citando a los servicios de seguridad, el periódico afirma que, según sus testimonios, los terroristas viven en un estado de carencia extrema, alimentándose de hierbas y garbanzos hervidos, y no pasan nunca más de dos días en un mismo lugar.

La semana pasada, el diario La Nouvelle Republique afirmaba que un total de 500 argelinas han sido secuestradas por los terroristas desde el origen del conflicto armado en 1992 para usarlas como objeto sexual, y otras 300, violadas en las incursiones periódicas que los comandos realizan en poblados aislados. El periódico no daba cuenta de su suerte, pero muchas de ellas han sido encontradas degolladas y tiradas en fosas comunes. Algunas de las supervivientes estaban embarazadas, por lo que las autoridades religiosas prevén emitir una fatwa autorizándolas a abortar, práctica prohibida en las tradiciones del islam.