10. 000 puntos de altura

Las cotizaciones siguen disfrutando de la presión del dinero y ayer el Ibex 35 consiguió superar sin complicaciones el nivel de los 10.000 puntos. La cota no tiene más valor intrínseco que el de ser una cifra redonda en la que, en ocasiones, se acumulan las ventas, pero para los números redondos los inversores todavía prefieren los índices generales de las Bolsas, sobre todo el de Madrid debido a su volumen, y el próximo escalón está en los 900 punto, todavía con un esfuerzo por delante del 3%.De todas formas, sí que hay un dato a tener en cuenta, relativo a la velocidad de subida del mercado español. A finales de febrero el Ibex 35 y el Dow Jones coincidieron en su altura en torno a los 8.400 puntos. Ayer, mientras el indicador español superaba los 10.000, el Dow Jones peleaba por acercarse a los 9.000 puntos. Al cierre, el índice neoyorquino registraba un avance de 88,19 puntos (1%) y quedaba en 8.904,44.

Una vez más hay que otorgarle al dinero el mérito de haber empujado el mercado hacia nuevos máximos históricos, y eso en una sesión en la que el Banco de España insistió en la prudencia a la hora de adoptar decisiones sobre los tipos de interés y repitió el 4,50% como punto de referencia para el precio del dinero. El mercado de deuda, sin embargo, sí que se dejó llevar por la tendencia europea y marcó un nuevo mínimo histórico, en el 5,01% de rentabilidad, para la emisión a 10 años.

La contratación de ayer fue de 235.459 millones de pesetas, una cifra cercana a los máximos y que confirma el interés de la inversión -sean cuales sean los plazos o intenciones- por la Bolsa española.

Ayer la tendencia fue positiva en toda Europa, pero el mercado italiano destacó sobre el resto, con una espectacular subida del 3,05%. París ganó un 1,59% y Lisboa el 1,74%. Wall Street contribuyó a caldear el ambiente con una subida de 90 puntos a media sesión, el 1%, después de asumir que el reciente tirón del precio del petróleo tendrá una repercusión limitada en la trayectoria de la inflación.