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Tribuna:ISLA DE LOBOS
Tribuna
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Desfile de modelos

NUESTROS NINOTS. Sostiene Rita Barberá que para cualquier valenciano es un honor ver su hechura exhibida en un muñeco de falla. Los seres clónicos que en la falla de Convento de Jerusalem representó con tanto ingenio Ortifus -dibujante ignorado por innovador o por poco sumiso- se multiplican sin cesar en este laberinto que se llama España. Para confirmarlo, bastó mirar el jueves a la tribuna de autoridades antes de arder las fallas.SOBRE UN RETRATO. Se extendió por Valencia el rumor de que había un ninot que podría identificarse fácilmente con Luis Antonio de Villena, pero nadie pudo confirmarme que con el patrocinio de un libelo provinciano se condenará al fuego la figura del poeta. No estuvieron a tiempo de vengarse del por el desdén mostrado a lo fallero que retiró Villena el honor de exaltar los rodetes y las pintes de las huertanas. Tampoco estuvo a tiempo el nínot de Berlanga para que sus inquisidores pudieran verlo arder por osar retratar en la tele como mundano y mujeriego a Blasco Ibáñez, tan ajeno el retrato del cineasta al que se tiene hecho su familia. Entre otras libertades a reprimir se halla la de retratar: no sólo se la niega la honesta mirada familiar, que pocas veces coincide con la mirada descarriada del artista, sino la de algunos tribunos que no aprueban la admiración de Berlanga por Blasco.

CAPITAL CULTURAL. No le faltan méritos a Valencia para ser capital cultural de Europa. El PP pretende que lo sea, aunque le vaya en ello el euro o se queden con Miguel Angel Cortés como objeto cultural y no nos lo devuelvan. Si Carmen Alborch en fechas próximas llega a ser contrincante de Ríta Barberá en el camino a la alcaldía, es de esperar que ésta no se emplee en recordar a la ex ministra que por su culpa no fue en su momento Rita alcaldesa cultural de Europa. Podría contestarle. Y no estará de más recordar -ahora que la regidora valenciana ha tenido a Álvarez del Manzano de invitado- que sí es Madrid el modelo pepero de capital cultural que poseen, poca falta le hará a Valencia el evento y a Europa, por supuesto, menos. La memoria no falta

EL MODELO FRANCISCO. Pero el modelo cultural puede encontrarlo Rita en los gustos musicales de su molt honorable president, quien une a la pasión costosa por Julio Iglesias un muy especial interés por las partituras más castizas. Le reprochan ahora a Zaplana que pague un disco al cantante Francisco con el original y significativo título de La nostra música. A nadie debería de extrañarle que a Zaplana le interese el pasodoble El fallero, y menos que lo silbe o que lo tararee; tampoco que Francisco le emocione. Lo que podría decidir la atención de Europa habría de ser, a buen seguro, contemplar en la carátula del compacto el retrato oficial del presidente, con su bandera al fondo y su firma debajo de sus mejores deseos para tan europea empresa cultural como Francisco encarna. Pensarán ustedes que estoy imaginando un disparate. Y no. Busquen el disco, comprueben, vean...

A LA MODA DE VALENCIA. Celebraba en Valencia Amnistía Internacional el 50º aniversario de la proclamación de los derechos humanos -ahora que doña Rita con el Tercer Milenio debate obligaciones bajo su arrebatado patrocinio-, y la gente de Alimara -grupo valenciano que trabaja la tradición desde hace tiempo- puso baile al rigor del buen vestir y a los modos del pueblo de copiar los trapos de los ricos. Mientras Adolfo Domínguez teorizaba en París sobre nuestra moda actual, la investigación de Salvador Mercado sacaba la historia de los baúles valencianos y desfilaban allí los trajes de los siglos anteriores y con ellos el tiempo y las costumbres. Aunque Domínguez quizá no lo comparta, estábamos más favorecidos en el pasado, y hay que ver todo lo que nos puede contar un buen refajo, lo dice un corpiño, cómo se cuenta un luto o lo que da que hablar un miriñaque. Hubiera querido ver allí, aprendiendo lo que los trapos saben de la vida, al diseñador de Loewe, Narciso Rodríguez, en caso de que alguien pudiera asegurarme que permanencería bien despierto. Hay gente que se embelesa con la historia y sueña objetos imposibles.

DÍA Y NOCHE. ¿Quién le diría a Rita Barberá que para ser capital cultural, también de noche, exigen en Europa una farola al lado de la otra, pobladas las aceras? Ahora que las tiene colocadas, como le nieguen la capitalidad la alcaldesa es capaz de emplear palmatorias en protesta de fuego.

P.D. Sucedió esta semana. Por no tomar a tiempo un antídoto, un bajito sufrió del mal de altura. ¿Se trata de un mal o de un prodígio?

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