La Guardia Civil desarticula en Álava un 'comando' de ETA

La Guardia Civil detuvo ayer a 11 presuntos integrantes del comando Araba de ETA, entre ellos dos miembros liberados, pistoleros a sueldo. Tras esta desarticulación, sólo queda en activo el comando Donosti. El éxito de la operación, no obstante, originó un nuevo roce entre los Gobiernos central y autónomo. El consejero Juan María Atutxa censuró que el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, utilizara el anuncio de la detención para subrayar la "trascendencia del papel que desempeña la Guardia Civil en Euskadi".

El comando, al que Interior atribuye siete atentados sin víctimas, disponía de 119 kilos de explosivos guardados en pisos de Vitoria y Amorebieta, así como de armas y material para fabricar bombas. A los dos miembros liberados -Aitor Bores Gutierrez e Ignacio Crispín Garcés, detenidos de madrugada en un piso de Vitoria- se les considera responsables, entre otros hechos, de la colocación de explosivos en un cuartel militar de Araca (Álava) y en el automóvil de un concejal del Partido Popular de Santa Cruz de Campezo, en la misma provincia. El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, señaló ayer, al referirse a estos atentados, que el comando desarticulado no sólo actuaba en la provincia de Alava, sino en todo el País Vasco e incluso en otras comunidades limítrofes, como Cantabria. Mayor Oreja destacó la importancia de la presencia de las fuerzas de seguridad del Estado en Euskadi, lo que provocó una réplica de Juan María Atutxa, consejéro de Interior, quien dijo que la detención de los miembros del comando Araba y sus colaboradores " no es razón para esgrimir en este momento la justificación de continuidad de la Guardia Civil". "Eso está justificado, pero en las áreas que les corresponden", puntualizó. Por su parte, el delegado del Gobierno en Euskadi, Enrique Villar, declaró que no se había informado a la Ertzaintza de los detalles de la operación "para evitar filtraciones".