Dos policías afirman que vieron a Elejalde en el momento de asesinar a Elósegui

El crimen se cometió minutos antes de las ocho de la mañana del 11 de marzo de 1997. Dos policías de paisano, que tomaban café en un bar de San Sebastián, contemplaron a través de los ventanales cómo Fernando Elejalde, con el rostro oculto por una capucha y unas gafas de sol, disparaba un solo tiro "por la espalda y a la cabeza" contra Francisco Javier Gómez Elósegui, de 38 años, psicólogo de la prisión de Martutene, casado y padre de una niña pequeña.Los dos agentes salieron en persecución del terrorista, mientras otra policía -que en el momento del disparo se encontraba en los lavabos del bar- trataba de reanimar a la víctima. Tras perderle la pista durante unos segundos e intercambiar con el fugitivo varios disparos que no llegaron a alcanzar a nadie, los agentes localizaron a Fernando Elejalde entre dos coches, en cuclillas, tratando de esconderse, con la capucha todavía puesta y presto a disparar contra uno de los agentes que llegaba corriendo por el centro de la calle. La pistola se le encasquilló. "En ese momento", explicó uno de los policías durante el juicio celebrado ayer en la Audiencia Nacional, "yo me tiré encima y con la ayuda de mi compañero conseguimos reducirlo. Se resistió mucho, pero al fin le quitamos la pistola y le pusimos las esposas".

Esta versión de los hechos, ratificada ayer por los dos policías que practicaron la detención del etarra, fue rechazada por Fernando Elejalde, quien negó haber matado al psicólogo de Martutene y justificó su anterior confesión del atentado -realizada ante la policía y en presencia de una abogada de oficio- por los malos tratos que, según él, recibió en comisaría. Elejalde sólo contestó a las preguntas de su abogado, Álvaro Reizábal.

El juicio, que se reanudará hoy, se centró ayer casi exclusivamente en los supuestos malos tratos recibidos por Elejalde, pese a que fue un juzgado de San Sebastián el encargado de investigar la denuncia, que finalmente fue archivada.