El gran Tomba se despide ganando

/ J. J. F. / Madrid

Siempre será difícil decidir qué momento ha sido el más grande de la deslumbrante carrera de Alberto Tomba. Los ha tenido abundantemente. Títulos olímpicos o mundiales a pares, Copas del Mundo, o haberse convertido en el único esquiador alpino que ha ganado pruebas en 11 temporadas consecutivas. Le faltaba despedirse con un triunfo más y también lo ha conseguido. Ayer se impuso en el último eslalon de la temporada, en la estación de Crans Montana (Suiza). Y lloró. No ha sido habitual en él, pero fue el trance más emocionante. Se cerraba todo un ciclo glorioso. Y fue difícil, pues tras superar en la primera manga apenas por una centésima al reciente campeón olímpico, el noruego Hans Petter Buraas, amplió la ventaja a 14 en la segunda. Sólo un suspiro, pero que le sirvió, además, para sumar el redondo número 50 de triunfos en su carrera. Lejos de los 86 del sueco Ingemmar Stenmark, la gran estrella que le precedió, pero que importará menos para la gran historia del deporte. Nadie ha tenido el incomparable carisma de La Bomba. El esquí, tan lineal tantas veces para los que no están en su mundillo, estará siempre en deuda con el hombre que traspasó todas las fronteras.

La temporada terminó en Crans Montana con el relevo en la cumbre masculina tomado por el austríaco Hermann Maier, dentro del copo absoluto de su país, y el dominio también general de Alemania en mujeres, encabezado por Katia Seizinger. Maier, aparte de la clasificación general absoluta de la Copa, ganó las parciales del supergigante y gigante, mientras sus compatriotas completaron la exhibición: Ansreas Schifferer venció en la de descenso Thomas Sykora revalidó la de eslalon al superar ayer mismo -fue quinto- a otro austriaco más, Thomas Stangassinger -noveno-, por sólo cuatro puntos.

En mujeres, Seizinger también sumó tres copas, la absoluta, la de descenso y la de supergigante. La sueca Ylwa Nowen venció en la de eslaIon y otra alemana, Martina Ertl, le quitó también ayer a la italiana Deborah Compagnoni la de gigante. En la última prueba, las españolas Ainhoa Ibarra y Ana Galindo sólo fueron 19ª y 20ª. En la general final, 25ª y 13ª, respectivamente. No pudieron tomarse la revancha de sus caídas olímpicas en Nagano.