De nuevo, el cambio de hora

De nuevo nos acercamos a la fecha de cambio de hora legal en España. El cambio nos hará pasar del horario de invierno, adelantado al solar en una hora, al de verano, adelantado dos horas.Nuestro reloj biológico se ajusta esencialmente al tránsito del sol. No obstante, y sorprendentemente, se nos obliga a realizar nuestras actividades ¡dos horas! por delante de lo que nos dice el astro rey. Nos levantamos de noche y nos acostamos de día.

El argumento para justificar tamaño adelanto es el ahorro energético. Pretendido ahorro a cambio de incomodidad.

Permítanseme dos argumentos en contra de tanto adelanto del horario legal sobre el solar:

- El primero, de peso. España, junto con Francia, son los dos únicos Estados de Europa que adoptan tanto adelanto. Obviamente, Bélgica y los Países Bajos están cerca, pero no llegan a tanto desatino. Italia y Alemania, por estar notablemente más al este que España y Francia, van a horario solar en invierno y con una sola hora de adelanto en verano. Lo mismo ocurre en Noruega, Suecia, Hungría, Polonia, Austria... También en Estados Unidos y Canadá. Japón, más radical, va a horario solar.

- El segundo argumento, que refleja la práctica de todas las oficinas en las que he trabajado durante los últimos decenios: el alumbrado eléctrico está encendido permanentemente.

Las preguntas sugeridas por los argumentos que se acaban de exponer son obvias:

- ¿Por qué países paradigma de la organización, productividad, eficiencia, etcétera, adoptan una práctica distinta de la que en España se dice que produce ahorro energético? ¿Podemos creer que todos esos países desprecian ahorrar energía?

- ¿Qué otros ahorros energéticos se pueden aducir, cuando, en una España luminosa de sol, se recurre permanentemente al alumbrado artificial?

- ¿Qué autoridad responsable querrá dar alguna respuesta convincente, especialmente a la primera pregunta?-