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Villalonga estudiará una política de disminución en el reparto de dividendos a los accionista

Tras una jornada intensa de rumores, desmentidos y aclaraciones, Telefónica envió a última hora de la tarde una comunicación de hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para confirmar que "esta compañía debe tener un perfil de crecimiento más enfocado a incrementar el valor de la acción que a una elevada política de dividendos". Como consecuencia, el presidente de Telefónica, Juan Villalonga, "es posible que para el futuro" someta a la consideración del consejo de administración y de la junta de accionistas, "una política de disminución en el reparto de dividendos".La comunicación a la CNMV hacía referencia a una sesión informativa con inversores mantenida ayer por Telefónica. En ella, se justificó la reestructuración de la compañía en la necesidad de dotar al grupo de "un enfoque más eficiente", así como de ''facilitar una futura salida a Bolsa de algunas de las sociedades en las que se articulan las unidades de negocio y, muy en concreto, Telefónica Internacional".

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Los directivos de Telefónica añadieron que el núcleo de accionistas de referencia -BBV, Argentaria y La Caixa- controla ya un 18% del capital y "han manifestado su vocación de permanencia".

Por su parte, la Unión General de Trabajadores (UGT) anunció que tomará medidas legales para impedir los cambios en la estructura organizativa de Telefónica que propugna su presidente, Juan Villalonga. Según los planes, la nueva Telefónica SA se conformará como un conglomerado con cuatro empresas filiales (telefonía básica, móviles, internacional y medios de comunicación).

El sindicato ugetista, que cuenta con el apoyo de la Unión Telefónica Sindical (UTS) y la Confederación General del Trabajo (CGT), considera la reordenación una "segregación" que altera los compromisos adquiridos por Telefónica en el contrato con el Estado. Conforme a ese análisis, la compañía incurre en "ilegalidad manifiesta" si efectúa los cambios sin la autorización del Ministerio de Fomento, como exige la ley de Ordenación de las Telecomunicaciones, aún en vigor. Las centrales presentarán un recursos contencioso-administrativo contra la reordenación del grupo Telefónica.

Para UGT, los planes de Villalonga constituyen, además, una amenaza para el mantenimiento del empleo en Telefónica. La configuración del grupo como un consorcio de empresas 11 está orientada a la eliminación de 20.000 puestos de trabajo, según los objetivos que se marcó Villalonga cuando se hizo cargo de la gestión", afirma un portavoz del sindicato en Madrid.

El comité intercentros de Telefónica ha convocado para hoy una concentración de delegados sindicales ante la sede de la compañía en Madrid. Las protestas culminarán el próximo día 17 con una huelga. La convocatoria no es secundada por CC OO.

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