_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Periodistas

Félix de Azúa

Releo el Discurso de Suecia para celebrar que acaba de cumplir 40 años. Ha envejecido, pero conserva la nobleza de los rasgos. Cuando lo pronunció, Camus pasaba uno de los peores momentos de su vida. Habiéndose negado a tomar partido en favor de la independencia de Argelia, la izquierda francesa se le había lanzado al cuello, pero también le atacaba la derecha militarista. Camus deseaba mantenerse al margen, en silencio, aunque sabía que eso era imposible.Ante los estudiantes de Upsala se le escapó una frase terrible: "Entre la justicia y mi madre, elijo a mi madre". Su madre, argelina, objetivo potencial de un atentado de derechas o de izquierdas, era el rehén que le impedía hablar. Sólo podía protegerla con su silencio. ¿Era también su escudo? ¿La utilizó para protegerse?

En Estocolmo expuso Camus una analogía. En el circo de la historia, dijo, hay leones y mártires. Los primeros se alimentan de victorias sangrientas, los segundos se consuelan con la vida eterna. Desde las gradas, los poetas han cantado durante siglos las victorias de los leones y el sufrimiento de los mártires. Pero ahora también los literatos están en la arena; ya no queda nadie en el graderío; toda la sociedad tiembla en el circo de los leones. Y concluye: "Se comprende que haya más periodistas que narradores". Camus creía en la dignidad del oficio y veía en los periodistas posibles mártires de la verdad y la justicia si denunciaban la crueldad de los leones y los padecimientos de las víctimas. Él era un periodista.

Pero, ¿qué habría dicho de los periodistas que, guarecidos bajo las patas de los leones, devoran la carroña que éstos desprecian? ¿Qué habría dicho si, además, los leones fueran obispos de la Iglesia católica?

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Félix de Azúa
Nació en Barcelona en 1944. Doctor en Filosofía y catedrático de Estética, es colaborador habitual del diario El País. Escritor experto en todos los géneros, su obra se caracteriza por un notable sentido del humor y una profunda capacidad de análisis. En junio de 2015, fue elegido miembro de la Real Academia Española para ocupar el sillón "H".

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_