España roza el larguero

España rozó el larguero, pero no consiguió ninguna medalla en la segunda jornada de los Campeonatos de Europa de pista cubierta. Había excelentes perspectivas en las carreras de 1.500 metros, donde Andrés Díaz, José Antonio Redolat y Maite Zúñiga aparecían entre los favoritos. Pero ninguno jugó un papel importante, desbordados por los acontecimientos. Andrés Díaz ocupó la cuarta posición, lo mismo que el pertiguista Montxu Miranda (5,70 metros).Se especulaba razonablemente sobre las buenas opciones de Andrés Díaz, un atleta que procede del 800, donde no ha terminado de concretarse. El salto a la distancia superior le ha ofrecido dividendos en la pista cubierta. El pasado año fue quinto en los Mundiales de París, en su primera incursión en la especialidad. Animado por el resultado, se instaló en el 1.500, donde intenta definirse como mediofondista. La final tenía un carácter menor. Lo más noticioso era la presencia del italiano D'Urso, un atleta que parece en declive después de alguna temporada magnífica en los 800 metros. El resto se dividía entre jóvenes -el portugués Rui Silva y el español Redolat-, un par de veteranos incombustibles -el croata Zorko y el francés Chekhamani- y algún desconocido, como el polaco Zblewski. El panorama estaba pintado para Díaz e incluso para Redolat, que había ganado la semifinal con 3.39. La marca era demasiado potable por lo que significaba de desgaste para el joven atleta español. Si algo resultó decepcionante, fue el papel secundario de Díaz y Redolat. La carrera se inició con un gran sentido táctico. Los primeros 400 metros se pasaron en 1.03.21, o sea, al trote. Un conato de movimiento por parte de Díaz fue inmediatamente contestado por sus rivales. Díaz permaneció en el vagón central, ni carne ni pescado. Otra leve aceleración en los 1.000 recibió la misma respuesta. El español no consiguió meterse entre los primeros de una carrera que dominaba el francés Chekhamani. Pero el tapado era el portugués Rui Silva, que metió el latigazo oportuno en el momento preciso. Venció con cierta comodidad. Por detrás, Díaz intentaba atrapar una medalla de manera infructuosa. Le faltó convicción, fuerza y el punto conveniente de tacticismo. "Ha sido un fracaso. No tengo excusas, aunque este tipo de carreras tan lentas no me van bien. Quise atacar a falta de 500 metros, pero el ruso Zadorozhniv ha sido muy listo y ha utilizado los codos para impedirme el paso", comentó Díaz, visiblemente molesto por su actuación. Maite Zúñiga ha dado pruebas de consistencia a lo largo de su dilatada carrera. Por esa razón se hizo extraña su debilidad en la final de 1. 500 metros. Encabezó la carrera en el arranque y pareció sentirse cómoda en medio de aquel ritmo lento. Sin embargo, su situación cambió radicalmente tras el ataque fulminante de la austriaca Theresa Kiesl en los 700 metros. No hubo más carrera para Kiesl, que se escapó con una facilidad enorme, y para Zúñiga, engullida por la mayoría de sus rivales. Manolo Martínez (7º en lanzamiento de peso) ofreció una prestación inferior a la prevista. Acababa de batir el récord español con 20,50, una marca notable que le permitía pensar en una medalla. Sin embargo, sus lanzamientos siguieron una curva descendente. El mejor fue el primero: 20,09 metros. No hubo más noticias de Martínez: 19,82, 19,83 y 19,57 en sus siguientes intentos válidos. La jornada alcanzó su cima con el récord mundial (15,16 metros) de la británica Ashia Hansen en triple salto, una especialidad sujeta todavía a un gran margen de progresión. Finales de hoy Longitud mujeres (16.00). Pértiga mujeres (16.30). Altura hombres (17.00). 3.000 metros mujeres (17.35). 800 metros mujeres (17.50). Triple hombres (18.00). 800 metros hombres (18.00). 200 metros mujeres (18.10). 200 metros hombres (18.25). 1.000 metros, última prueba del heptatlón hombres (18.40). 60 vallas mujeres (18.55). 60 vallas hombres (19.05). 400 metros mujeres (19.15). 400 metros hombres (19.25). 3.000 metros hombres (19.40).