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El PP perderá hoy Melilla al votarse la moción de censura que el alcalde suspendió el 1 de marzo

El Partido Popular quedará esta mañana, salvo imprevistos, desbancado del gobierno de la ciudad autónoma de Melilla. Una resolución del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía obligó al alcalde-presidente, Ignacio Velázquez (PP), de 44 años, a reanudar la rotación de una moción de censura que él suspendió el día 1 de marzo del año pasado, cuando iba a emitir su voto el concejal Enrique Palacios, de 46 años, exmilitante del PP que se pasó al Grupo Mixto. En la alcaldía, situada en la plaza de España, los empleados se afanaban ayer al mediodía en sacar las pertenencias del actual inquilino.

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El accidentado mandato de Velázquez

La suerte parece echada. Cuando esta mañana vote a favor de la moción de censura, Enrique Palacios pasará a ocupar la presidencia de Melilla, sin que eso signifique el final del culebrón que desde hace meses se desarrolla en esa ciudad autónoma. Velázquez ya anunció el pasado jueves, en un desayuno con periodistas, que está dispuesto a llevar adelante una doble transición: aceptar la resolución del TSJA y celebrar hoy la moción de censura, en la que perderá la alcaldía de Melilla; pero en un plazo no determinado presentar él otra moción de censura, en esa ocasión contra Palacios, para recuperar el mando.Esta declaración de Velázquez significa que las espadas siguen en alto. La votación de hoy no supone el final de unas disputas que duran muchos meses. Sobre el futuro alcalde-presidente pende la espada de Damocles de una moción de censura del derrocado Velázquez, quien ha defendido con uñas y dientes permanencia en la presidencia de Melilla, hasta que los jueces le cerraron casi todas las posibilidades.

Velázquez aseguró a la prensa que optó por una solución política del conflicto en vez de agotar la vía judicial, y acusó de transfuguismo a su contrincante'. Palacios es un policía municipal, con 14 años de militancia en Alianza Popular y en el PP, y asegura que él luchó por la causa de ese partido hasta el 8 de febrero del año pasado. En un escrito en el que justifica su proceder, Palacios dice: "Cuando solicité la baja del partido era portavoz del Grupo Parlamentario Popular, viceconsejero de Festejos y de Seguridad Ciudadana, con un sueldo bruto de 475.000 pesetas mensuales. Era, de los 14 miembros del grupo, el más antiguo con diferencia en cuanto a militancia, pues lo era desde los tiempos de Alianza Popular, cuando a muchos de los actuales concejales les daba vergüenza llevar esas pegatinas en las elecciones".

Corruptelas

Tras exponer una larga lista de corruptelas y conexiones de Velázquez con presuntos delitos, Palacios justifica su salida del PP, y se pregunta: "¿Qué debe hacer un concejal cuando se da cuenta de que su grupo es una banda corrupta y no puede acudir a su par tido, porque lo preside el mismísimo alcalde?''. Según Palacios, "han convertido al PP en una secta", pero al "sino tiempo ofrece formar "un gobierno de concentración, donde tendrán cabida aquellos miembros del PP que tienen las manos limpias y no tienen procedimientos pendientes con la justicia".Palacios se enfrenta con la dificultad de que no contará con mayoría, aunque hoy gane la moción de censura. Esto forma parte de uno de los capítulos del culebrón melillense. En la moción de censura del 1 de marzo de 1997 votaron a favor de Palacios todos los partidos de oposición, más otro diputado del PP, Abdelinalik Tahar. Después de la votación del 1 de marzo, suspendida por la intervención del alcalde, Tahar abandonó Melilla y se estableció en las Islas Canarias, desde donde renunció a su escaño, que pasó a un miembro del PP. Ese escaño resulta decisivo, porque da la mayoría a Velázquez.

Éste ha quedado en entredicho por las revelaciones de Tahar acerca de que fue comprado por parte de una trama digna de una novela sobre turbios manejos de la política. Según declaró Tahar ante el juez de Melilla, que ha imputado por cohecho a Velázquez y a varios de sus colaboradores, le ofrecieron 50 millones de pesetas por su renuncia al escaño, de los que sólo cobró tres, procedentes del empresario melillense Ouaxani Mohamed, a quien Palacios relaciona en su escrito con una Operación Monte Gurugú de narcotráfico. En Tenerife, Tahar declara que recibía 200.000 pesetas mesuales por no hacer nada, pagadas por una empresa del alemán Gerhard Paukner, propietario de una línea aérea que une Melilla con la península.

Con la pérdida del escaño, presuntamente vendido al PP, Palacios sólo cuenta con 12 de los 25 diputados de Melilla. Se trata de una coalición de todos los partidos, menos el PP: cuatro socialistas, dos del Grupo Mixto, cuatro de Coalición por Melilla (en su mayoría musulmanes progresistas) y dos de la Unión del Pueblo Melillense (antigua Unión de Centro Democrático). Con esta coalición, Enrique Palacios tendrá que enfrentarse a los 13 diputados locales del PP y a un Ignacio Velázquez dispuesto a pelear desde la oposición a partir de hoy. En tono jactancioso, Velázquez comentó durante el desayuno con la prensa que el futuro Gobierno de Melilla no podrá ni siquiera bajarse el sueldo, uno de los puntos del programa de Palacios.

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