Indignacion en Nápoles por el asesinato de un niño en la guerra de la Camorra

El asesinato con tres disparos en la nuca de Giuseppe Gargiulo, un joven de 14 años, a la entrada de un supermercado de la periferia de Nápoles, provocó ayer una ola de indignación en la capital del Mezzogiorno italiano. A la rabia se sumó la preocupación de las autoridades porque la muerte de Giuseppe, hermano de un presunto asesino de la Camorra actualmente detenido, es la décima que se registra en diez días en Nápoles como consecuencia de la guerra entre clanes mafiosos desatada recientemente.El enfrentamiento entre los clanes Contini y Mazzarella ha dejado un rosario de muertos desde el estallido definitivo de la guerra el pasado día 9. Esta nueva batalla se cobró hace dos días otra víctima significativa. Frente a la cárcel de Poggioreale fue asesinado Francesco Mazzarella, de 75 años, padre de Vincenzo Mazzrella, el jefe del clan del mismo nombre, cuando abandonaba la prisión local.

Nápoles, donde es bien conocida la actividad de la Camorra, no es ajena a este tipo de sucesos, sin embargo, el asesinato de Giuseppe Gargiulo con el terrible ceremonial otorgado normalmente a los jefes mafiosos ha conmovido a ciudadanos y autoridades. El arzobispo de la ciudad, el cardenal Michele Giordano, condenó sin paliativos el asesinato comparando a la camorra con el demonio.

A sangre fría

El asesinato a sangre fría de Giuseppe Gargiulo se produjo a las 8.30 de la mañana, cuando el muchacho se dirigía a un supermercado donde había empezado a trabajar como aparcacoches. El lugar del establecimiento, situado frente a un cuartel del arma de carabineros y a una comisaría de policía de un barriada de la ciudad meridional, no intimidó a los sicarios que acorralaron al joven y descargaron sobre él los cargadores de sus pistolas. Giuseppe Gargiulo, el hijo menor de una familia ligada al clan Mazzarella, murió en el acto.Además de la gestión de la prostitución, el tráfico de drogas y la extorsión, los clanes enfrentados luchan, según fuentes policiales, por el control de las grandes obras que se iniciarán en Nápoles al filo del año 2.000.