La reunión deja claro que continúan las discrepancias

La reunión entre el presidente del Gobierno, José María Aznar, y el líder del PSOE, Joaquín Almunia, confirmó que se mantienen fuertes discrepancias en parcelas de suma importancia. Desde como ve cada uno el conflicto con Irak hasta el llamado por el PSOE "recetazo" o "pildorazo". En Moncloa, no obstante, se habló de "cordialidad". En el PSOE de "normalidad". "Le he dicho al presidente...". Esta es la fórmula que utilizó Almunia como encabezamiento de los temas tratados. Le dijo que el ministro de Defensa, Eduardo Serra, estaba haciendo gala de "gran rigidez" ya que no aceptaba ninguna sugerencia del PSOE sobre el nuevo modelo de ejército. "El Gobierno dice que habla pero no cede nada". El desacuerdo es total: el tamaño que debe tener el futuro ejército profesional, el plazo transitorio hasta llegar a ese nuevo modelo y el coste que supondrá."Le he preguntado al presidente si hay alguna posibilidad de reconducir el recetazo, que estamos dispuestos a la negociación, y me ha dicho que no". Almunia lamentó que el control del gasto farmaceútico, algo que el PSOE considera necesario, recaiga "en las clases más desfavorecidas".

Insatisfacción

"Le he manifestado al presidente nuestra insatisfacción por la escasez de información que ofrece a mi partido y al Parlamento sobre la crisis con Irak". Coincide Almunia con el Gobierno en la condena a Sadam Husein "por sus continuas violaciones" de los compromisos que adquirió en abril de 1991 tras la Guerra del Golfo. "Nuestras discrepancias con el Gobierno están en la alternativa a la vía diplomática", señaló Almunia. "Nuestra actitud es de reconstruir el diálogo en esta materia ya que ahora no existe".En las cuatro reuniones que han tenido ambos políticos siempre Almunia ha hablado de la "politización" de la Justicia. Esta vez le ha llevado un documento con sus quejas para que el presidente lo lea y que le prometió en el encuentro anterior. La renovación de cuatro miembros del Tribunal Constitucional, cuyo plazo vence dentro de cinco días, no va tampoco por muy buen camino.

De nuevo los dos partidos mayoritarios apelan a su fuerza numérica. El PP recuerda que tiene la mayoría absoluta en el Senado y es ésta la Cámara que tiene que elegirlos. El PSOE replica que su diferencia global con el PP no llega a 300.000 votos. Eso sí, de puertas afuera ninguno de los dos partidos habla de cuotas, sino de la necesaria cualificación de los designados.

El líder del PSOE informó al presidente que dentro de diez días viajará a Cuba y México. "Estoy a disposición del Gobierno por si quiere pasarme alguna información en torno a las relaciones bilaterales", dijo Almunia que expresó su deseo de que "cuanto antes" el Gobierno nombre embajador en Cuba.