Líder por fallos ajenos

El Madrid sacó petróleo de otra jornada plomiza. Jugó mal, se llevó su ración semanal de pitos (el Bernabéu abroncó al equipo en el descanso, cuando el marcador aún reflejaba 0-0), pero ganó. Y eso es lo único que cuenta en este campeonato raro, malo y descabezado. La goleada ante el Sporting (3-0) no borró la imagen de conjunto en crisis que muestra el Madrid desde hace semanas. Ante un rival destruido, sólo se salvó gracias a Savio, que salió de apagafuegos tras el descanso. La sonrisa con la que dejó el Madrid la jornada no la provocaron los méritos propios, sino los tropiezos ajenos.Por ejemplo, el del Barcelona, a quien no le salió el fútbol y tampoco los números. Por eso, cedió el liderato al Madrid. Su resbalón ante el Mallorca (0-0) irritó una vez más al Camp Nou, que tiró de pañuelo para despedir a su equipo. Es el Barça un conjunto plano y despersonalizado, obra sin duda de su entrenador. Ayer, Van Gaal pegó a las bandas a Rivaldo y Luis Enrique y se quedó sin jugadores desequilibrantes. La imagen del equipo fue especialmente patética en el último cuarto, cuando se mostró incapaz de batir al Mallorca ni ante un portero lesionado.

La Real Sociedad también pinchó. Esta vez su conservadurismo, su táctica de encomendarlo todo al contragolpe, no le reportó beneficios. Perdió en Vigo (2-1). El Celta marcó el tanto de la victoria a cuatro minutos de final, pero por actitud y juego lo mereció antes.

El Atlético salió igualmente maltrecho. Visitó Mérida y perdió (2-1). De nada le valió el gol de turno de Vieri. Pueden alegar los rojiblancos mala suerte (el italiano lanzó dos veces el balón al palo y Sinval marcó el tanto definitivo en el último minuto), pero su actuación no estuvo a la altura de quien quiere pugnar por el título.

Hasta para el Betis tuvo mal color la jornada. Salió derrotado de Zaragoza (3-1), pero no de un partido, sino de una batalla campal. La cosa terminó con tres expulsiones, dos por el bando bético y una por el maño. Sólo el Valencia regaló buen gusto a la tarde. Aplastó al Athletic en San Mamés (0-3) y dejó unos goles fabulosos, dos de Illie y otro de Mendieta, éste digno del mismo Maradona.

La jornada le salió redonda al Madrid. Ganó y perdieron los demás. Recuperó el liderato. Pero la Liga sigue llorando: ¿quién le ha robado el fútbol?