"Quizás sea un resto del pasado"
Laurent Jalabert, número uno del ciclismo mundial, no necesita preguntas impertinentes. A los 29 años, empezando su décima temporada profesional, el corredor francés ha llegado a un nivel en que puede permitirse hablar claramente en perfecto castellano y hacer sin ningún problema afirmaciones que podrían ser calificadas de conflictivas. Como cuando habla de "las gilipolleces" de la prensa francesa o cuando recuerda que Zülle, que ha emigrado al Festina y dejará de compartir con él el liderato del ONCE, no ha ganado tanto como se cree.Pregunta Se supone que estará ya harto de esta pregunta...
Respuesta ¿Que sin Zülle soy el líder único de la ONCE y que si tengo más responsabilidad? [risas]
P. Eso es. Déme una respuesta original.
R. No, si no se trata de dar una respuesta original. Diré lo que digo siempre. Yo sigo teniendo la misma responsabilidad que antes. Ya está.
P. O sea, que cualquier equipo del mundo puede darse con un canto en los dientes simplemente por tenerle a usted y las victorias que garantiza.
R. Eso espero [risas]. No, pero aquí en el equipo están satisfechos.
P. Hombre, ¿quién no va a estar satisfecho con el número uno del mundo?
R. No sé, y además no quiero saber si en otro sitio estarían satisfechos. Sé que aquí me quieren, que aquí estoy bien, y bueno...
P. Pero es la primera vez en su carrera en que estará de líder único...
R. Vuelvo a repetirlo: la responsabilidad es la misma para mí. Mire, con Alex me llevo muy bien, pero como lo preguntan tanto tengo que decirlo: parece que lo ha ganado todo Zülle el año pasado, y le quitas la Vuelta a España y ¿qué ha ganado Zülle? País Vasco, y yo hice segundo, ahí estaba también. Y mire lo que he ganado yo también. Alex ha elegido otro camino y ya está.
P. Siempre está en tensión, ante cualquier carrera.
R. No me puedo relajar. Siempre hay otra carrera después de ganar una, aunque sea muy importante. Y si estoy bien, tengo que salir a ganarla. Esta mentalidad la tengo desde que aprendí a ganar mucho sprintando.
P. Es un punto de vista opuesto al de Ullrich, por ejemplo, que sólo piensa en el Tour.
R. El ciclismo para mí es competir. Si fuese sólo ir a rueda y pasar el tiempo no me gustaría tanto. Me gusta la competición y cuando estoy bien quiero aprovechar. Y si hago un buen resultado, me da más moral para lo que viene luego.
P. ¿Se sentirá frustrado si no gana nunca el Tour?
R. No, para nada. Yo, de momento, si se acaba mañana mi carrera deportiva estoy muy contento, pase lo que pase.
P. Dicen que para ganarlo hay que olvidarse de todo lo demás y seguir el modelo LeMond o Induráin o Riis o Ullrich.
R. LeMond e Induráin han lanzado la moda y UlIrich ha cogido el mismo camino, pero hay un montón de corredores que hacen lo mismo y que no lo ganan, y que no lo ganarán nunca. A mí no me gustaría planteármelo así.
P. ¿Si usted no fuera francés, habría la misma obsesión a este respecto?
R. Siempre se pide más. Cuando gano Lombardía me dicen que por qué no gano la Lieja. Si gano la Lieja, me dirán que por qué no gano otra cosa, el Mundial o lo que sea.
P. El otro día L'Équipe decía...
R. No leo L'Équipe.
P. Bueno, ese diario le recomendaba que fuera más selectivo en sus objetivos, que se construyera un grandísimo palmarés, con la Lieja, el Mundial, y que se olvidara de las carreritas españolas por etapas.
R. Que me diga a mí L'Équipe quién de los que están en activo ha ganado más carreras que yo, qué francés gana más que yo. Ya sé que para ellos una carrera en España no vale nada, pero para mí vale mucho más una Vuelta a Burgos que una Ruta del Sur [carrera francesa]. Pero cuando ponen el palmarés mío ponen la Ruta del Sur, que es una mierda de carrera. Y Cataluña, o una Vuelta a Burgos o a Valencia son carreras con nivel mucho más alto. Pero eso hay que estar aquí para verlo y para saberlo. Y como no están... pues no lo saben.
P. Usted ha tenido malas, rachas, pero todas por accidentes. Y después de ellos, ha vuelto transformado. Quizás todos los que quieran ser grandes tendrían que partirse también los dientes, seguir su ejemplo.
R. Eso te hace un carácter más duro. No te dejas caer cuando tienes un problema. Siempre el que tiene un momento duro, en el que vea las posibilidades de que se le acabe todo, sale más fuerte psicológicamente que otro al que le vaya todo bien siempre.
P. ¿Se puede convertir en un hombre sin sentimientos?
R. Sí que tengo sentimientos, ¿eh?
P. Pero le gusta esconderlos.
R. Depende de para qué, o con quién. No escondo nada.
P. Su imagen es la de un campeón a la antigua, no da el aspecto de superhombre que tiene Ullrich o tenía Induráin. ¿Es usted un vestigio del pasado?
R. Igual sí, soy un resto del pasado, pero mejor así. Como soy yo es como me gusta ser. También es lo que busco: estar así.
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