_
_
_
_

D'Alema entierra los últimos símbolos comunistas en Italia

La refundación del Partido Democrático de la Izquierda (PDS) italiano se consumó ayer en Florencia en una jornada marcada por la moderación y los deseos de diálogo entre la dividida izquierda. Hubo también elogios -a cargo del viceprimer ministro, Walter Veltroni- al Olivo, la coalición de centro-izquierda que gobierna el país y en la que el PDS es el partido mayoritario. La nueva formación -los Demócratas de Izquierda-, que englobará ahora al PDS y a cuatro grupúsculos de la izquierda marginal, ha enterrado los últimos símbolos del comunismo.

Finalmente, y tras 77 años de historia, los herederos fundamentales del Partido Comunista Italiano (PCI) han arrinconado la bandera roja con la hoz y el martillo, sustituyéndolos por la rosa del socialismo europeo. Los viejos símbolos del marxismo-leninismo pasan ahora a ser patrimonio exclusivo del Partido de Refundación Comunista (PRC), la formación que permite al Olivo mantener una mayoría de gobierno en el Parlamento italiano.Aparte de este cambio de imagen, que ha suscitado no poca controversia en la izquierda moderada, las sesiones preparatorias del congreso constituyente de lo que dentro de un año será bautizado como partido de los Demócratas de Izquierda -antiguo PDS-, una formación con aspiraciones de agrupar en sus siglas a la izquierda italiana, han sido, en cierto modo, un fiasco.

Bajo las grandes pancartas que hacían referencia a "la izquierda del año 2000" se ha desarrollado más bien la ceremonia de la división, con una completa escenificación de los rencores que todavía consumen a la izquierda italiana. La desconfianza es total entre los poscomunistas, que no se han recuperado aún del gran batacazo que significó la caída del muro de Berlín y el hundimiento de la Unión Soviética, y los socialistas, implicados hasta el fondo en la turbia historia de tangentopoli (el escándalo de corrupción política y económica destapado en Italia en 1992 que afectó a la vieja Democracia Cristiana y al Partido Socialista Italiano).

Las aspiraciones del secretario general del PDS, Massimo d'Alema, de fundir- en un nuevo partido -Cosa Due- a todas las corrientes minoritarias de izquierda -Verdes, socialistas, comunistas unitarios,laboristas- se han visto frustradas por razones externas e internas al propio PDS. Desde fuera, muchos de los partidos cortejados por D'Alema -es el caso de los Verdes- se sienten más cómodos en el seno del Olivo, la coalición de centro-izquierda que gobierna Italia desde 1996. Desde dentro de la Cosa Due no sobran las voces de quienes, como el ex secretario general del PDS Achille Occhetto, se sienten incompatibles con personalidades como el ex vicesecretario general del PSI Giuliano Amato, cuya intervención en el acto de clausura de ayer recibió, sin embargo, muchos aplausos.

Amato hizo votos para que socialistas y ex comunistas superen las diferencias y auguró una convergencia futura de todos los elementos progresistas del país en el socialismo. El ex primer ministro había participado horas antes, en Roma, en una reunión de la fundación de Jacques Delors, Nuestra Europa, junto a Felipe González, el propio Delors y el ex líder socialista portugués Mario Soares. González no se desplazó como Amato a Florencia, donde ayer, por parte española, intervino el jefe de la oposición, Joaquín Almunia, completamente ignorado por los medios de comunicación italianos.

Las jornadas de Florencia han sido también, a juicio de los analistas, un ejercicio de autoafirmación de D'Alema, verdadero poder en la sombra en la política italiana. Pese a dirigir el partido más votado de los que figuran en la coalición de gobierno, D'Alema no es el primer ministro italiano y no lo será a medio plazo, a menos que Cosa Due sea capaz en ese periodo de suplantar al Olivo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_