Turbulencias

Los mercados de valores han entrado en una zona convulsa ante la cercanía de los máximos históricos, más por el temor de los inversores a la altura que por el peligro que supone apostar por una opción de colocación del dinero que no tiene competencia posible. Sólo el mercado de deuda está ampliando el margen de subida de sus precios, debido a la baja inflación alemana.El bono germano llegó ayer al 5% y despejó el camino a la deuda española, que obtuvo un nuevo mínimo histórico en rentabilidad, con el 5,24%. La indecisión de los inversores respecto de la Bolsa está provocando un nuevo incremento de la volatilidad, con numerosos e importantes altibajos en los índices de la mayoría de los mercados, facilitando así la equivocación pero contribuyendo también a mejorar el nivel del negocio.

La contratación en el mercado continuo alcanzó ayer 143.778 millones de pesetas, una cifra que supera la media anual y que esta vez es más el resultado de las reiteradas entradas y salidas de la especulación que el fruto de compras, en firme.

Durante la sesión se produjeron numerosas aplicaciones, pero sin que de ellas pueda deducirse que se trata de los movimientos estratégicos que espera el mercado en el sector bancario. En general, la acumulación del negocio en torno a cinco valores, los mayores del Ibex 35, indica que la conexión con el mercado de futuros es ahora el principal motor de la Bolsa.

Telefónica, Endesa, Repsol, y los bancos Santander y Bilbao Vizcaya acapararon el 55% del total del negocio y la disparidad en las situaciones de estas sociedades obliga a pensar en otro denominador común distinto al de su evolución empresarial.

Wall Street, que llegó a entrar en algún momento de la sesión en números rojos, se recuperó a lo largo de la jornada y cerró con una subida de 18,94 puntos (un 0,23%), que colocó el índice Dow Jones en 8.315,55 puntos, un nuevo máximo. En tres meses y medio, el índice Dow Jones ha recuperado más de 1.000 puntos, un 15%.