Cinco detenidos por incendiar una vivienda de inmigrantes en Almería

Cinco jóvenes, con edades comprendidas entre los 20 y 26 años, fueron detenidos ayer en Roquetas de Mar (Almería) por los altercados ocurridos durante la madrugada del pasado domingo cuando apedrearon insistentemente la vivienda de unos inmigrantes mauritanos y luego prendieron fuego a un viejo frigorífico que colocaron ante la puerta del domicilio. La Guardia Civil está buscando a otras dos personas que participaron en el ataque nocturno contra el hogar de los africanos, desencadenado después de realizar una intempestiva llamada a través del portero automático de la vivienda atacada, provocando a los inquilinos de la misma.

Uno de los atacantes no titubeó ayer en declarar, sin identificarle, que la trifulca comenzó cuando " 15 ó 20 morenos abrieron la puerta con cuchillos, palos y sartenes y se abalanzaron" sobre ellos hasta que sus "amigos llegaron para hacerles frente".No hubo bajas en su bando, pero sí entre los inmigrantes, uno de los cuales resultó herido en un ojo por una pedrada y permanece ingresado en el hospital Torrecárdenas, de Almería. Dos mauritanos, que observaron la intervención policial desde la calle, también pasaron la noche en el calabozo por insultar a los agentes. Los cinco detenidos pasaron ayer a disposición del juzgado de instrucción número 2 de la localidad almeriense.

El enfrentamiento se originó a raíz de la llamada por el telefonillo de unos jóvenes, que habían olvidado sus llaves, para que los mauritanos, que residen en el mismo edificio Zodiaco, les abriesen el portal.

Insultos

La hora, de madrugada, y la barrera idiomática no favoreció el entendimiento entre los convecinos. Los inmigrantes rehusaron franquearles el acceso y esta negativa desencadenó los insultos de los jóvenes a través del interfono, así que los mauritanos, según su testimonio, decidieron bajar al portal, aunque retrocedieron al encontrar a su interlocutor con un cuchillo.Luego se produjo un apedreamiento masivo sobre la vivienda, de lo que dan fe los cristales rotos de las ventanas y el ojo herido de un residente, y a continuación el incendio ante la puerta.

Los agresores prendieron fuego a un frigorífico, que los inmigrantes utilizaban como armario para guardar calzado y ropa de faena ante la puerta de la vivienda. Ésta quedó convertida en una ratonera para los inmigrantes, por un lado apedreados a través de las ventanas y por otro bloqueados por las llamas, con lo que no podían bandonar la casa.

Bouna Camara, uno de los inmigrantes que sufrió el ataque, denunció el racismo que tienen que soportar: "La gente no quiere que el moreno viva aquí; quieren que salga. Ellos son racistas".

Las incidentes de corte xenófobo se están repitiendo con cierta periodicidad en las poblaciones de Almería donde hay una mayor densidad de inmigrantes.

El más grave ocurrió en diciembre del año pasado en la localidad de El Ejido, cuando tres personas, secuestraron y apalearon con saña a dos inmigrantes norteafricanos. Sólo un comerciante fue detenido por el suceso, que conmocionó a la opinón pública. Casi dos meses después de los hechos, ni la Guardia Civil ni la policía han logrado identificar a los restantes coautores de la brutal agresión, a pesar de la existencia de numerosos testigos de la paliza.