Otra exhibición de Jordan

Michael Jordan se había pasado tres días en cama, con fiebre y vómitos, y la duda de su presencia para el partido de las estrellas rondaba entre los asistentes al Madison Square Garden, sede del All Stars. Pero Jordan, tras el conveniente tratamiento a base de antibióticos, decidió aparecer en escena: el Madison, un escenario que ha sido de gran utilidad en la fabricación de su leyenda, despertó en un gran aplauso. Fue la primera vez que la gente del Madison pudo hacerlo abiertamente. Jordan estaba en la escena. Algo más de dos horas después, los efectos de la gripe parecían no haberle dejado secuelas: 23 tantos, ocho asistencias y seis rebotes sumó Jordan, lo que significó que fuera elegido el mejor jugador del partido, galardón que recibe por tercera vez en su carrera. A todo esto, el Este, dirigido por Larry Bird, se impuso claramente al Oeste (135-114).

El partido fue un buen espectáculo. Jordan evidenció que sigue siendo el mejor y que tienen razón quienes todavía sostienen que, a pesar de sus 35 años, debe seguir jugando al baloncesto. La discusión sobre su continuidad se mantendrá en el ambiente durante algún tiempo. Ayer fue para mucha gente la última oportunidad de ver en acción a Jordan en un All Stars, pero hay quien no lo tiene seguro. Jordan ha puesto sus condiciones al respecto: "Sólo seguiré un año más si sigue en el equipo Phil Jackson [el técnico de Chicago]. A mi edad es demasiado tarde para cambiar y yo me entiendo perfectamente con Phil y cincido con su filosofía del baloncesto".

Pero la noche tuvo más contenido, por que el público pudo presenciar un duelo singular entre Michael Jordan y Kobe Bryant, el joven alero de los Ángeles Lakers. Bryant comprendió el momento y trató de quitarle el protagonismo a Jordan. Jordan lo entendió así, el público también, y hasta los propios compañeros de Bryant en el equipo del Oeste, que actuaron en consonancia y trataron de hacer brillar a su joven estrella. "No vine aquí para ganar el premio al mejor jugador", respondió luego Jordan, "pero sí quería estar seguro de que Bryant no me iba a dominar a mí". Jordan tuvo palabras de elogio hacia la futura estrella del baloncesto, su sucesor para algunos especialistas: "Vino hacia mí enseguida. Me preguntaba si era como yo. Si ves que alguien puede estar enfermo o algo parecido, tienes que ir a por él, a atacarle. Y él atacó. Me gustó esa actitud.

Durante tres de los cuatro periodos, se mantuvo el duelo entre Kobe Bryant y Michael Jordan, 19 puntos para el joven, 18 para el ya reconocido. Sin embargo, Bryant no jugó el último cuarto tras una contestada decisión del técnico del Oeste, George Karl. Bryant vió los últimos minutos desde el banquillo y no pudo ayudar a su equipo, que recibió un definitivo parcial de 20-1 al comienzo de dicho periodo. Los rumores se desataron: se habló que de que Karl había recibido la indicación de la propia NBA de no ensombrecer, a través de Bryant, una probable gran noche de Jordan. Se habló de una conspiración entre Karl y Jordan, ambos ex jugadores de la universidad de North Carolina.

Karl se limitó a explicar que, dado que el partido estaba resuelto, había que dejar jugar a otros. No hubo más polémica porque reinó el espectáculo en un duelo singular. Y, de nuevo brilló Michael Jordan. Y nadie esperaba pedir más, por si si acaso es su último año en activo.