¿Obra maestra?
Escribo para mostrar mi disconformidad con la crítica cinematográfica emitido por Ángel Fernánez-Santos en este diario (9 de enero pasado) referida a la película Titanic, a la que califica de casi" una obra maestra.Fui a ver la película, alentada por las innumerables críticas positivas, incluida ésta, que había recibido y me llevé una enorme decepción al comprobar que todo lo que sobre ella se había dicho difería mucho de la realidad. Calificar a Titanic, un soporífero aburrimiento de más de tres horas, de "obra maestra" me parece un insulto al buen cine y a los cinéfilos que, como yo, esperaban ver una buena película, independientemente de cuánto ha costado o de los actores que en ella aparezcan.
Titanic es una pérdida de tiempo y de dinero; un caro derroche de medios para una película de efectos realmente espectaculares pero carente de cualquier lógica o interés en su absurdo guión. Lo siento por Angel Fernández-Santos y por James Cameron, pero con una hora y media hubiese bastado y no tendríamos que aguantar este interminable suplicio.-