Los pilotos achacan a la improvisación de AENA el traslado de la terminal deBarajas

Madrid - 05 feb 1998 - 00:00CET

El cambio de ubicación de la futura terminal del aeropuerto de Barajas por razones de seguridad (el diseño original situaba el nuevo edificio y el aparcamiento de aviones frente a la cabecera de la pista de aterrizaje, lo que entrañaba riesgos para las aeronaves), una obra que supone un coste añadido de 4.938 millones de pesetas, no fue consecuencia de las quejas de los pilotos, como aduce Aeropuertos Españoles y Navegarión Aérea (AENA), sino fruto de la "improvisación" y "falta de rigor" de dicho organismo, según denunció ayer el presidente del Sindicato Español de Pilotos (SEPLA), Fernando Llaca de Posada.

En una nota pública Llaca afirma: "Los pilotos, o por lo menos los pilotos que yo represento (más del 90%), nunca hemos tenido contactos con la Administración acerca de la ubicación de la nueva terminal de Barajas, aunque nos parece lógico que no existan obstáculos en la inmediata prolongación de una de las pistas de aterrizaje. En Ibiza fue derribado un hotel que se encontraba en esta situación". Y añade: "Otra cosa será que la Administración, ante una nueva improvisación (que nos costará 5.000 millones de pesetas a todos los españoles), intente buscar una cabeza de turco para culparla de su falta de rigor".

AENA, dependiente del Ministerio de Fomento, insistió ayer en que "había informes y sugerencias, entre ellas de los pilotos y controladores, que aconsejaban una mayor zona de seguridad" en la ubicación de la terminal. Por ello, solicitó un informe al respecto a la Universidad de Cranfield (Inglaterra), concretamente a su centro de seguridad aérea (Cranfield Aviation Safety Center). Esta institución recomendó una distancia mínima de seguridad de 1.372 metros entre la terminal y la pista de aterrizaje. AENA optó por mover 338 metros más al sur la futura instalación.

En el diseño original, cuya modificación aprobó la semana pasada el consejo de AENA, la nueva instalación estaba "aproximadamente a 1.200 metros de distancia de la cabecera de la pista". Según la Universidad de Cranfield, trasladar 338 metros más al sur la futura terminal "es la decisión más conservadora para cubrir la totalidad de futuras alegaciones al diseño".

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Además, el túnel de servicios (por donde pasarán las maletas de los viajeros que utilicen esta terminal y diversos servicios aeroportuarios) tendrá que rediseñarse. Se calcula que la modificación del subterráneo costará 723 millones más. Algo parecido ocurre con el entronque entre la plataforma de aeronaves de la terminal y las pistas de rodadura. Como la plataforma ha cambiado de ubicación, las uniones proyectadas con la tercera pista tampoco son válidas: 350 millones de pesetas más. El balizamiento y señalización de las pistas tendrá que ser también modificado, puesto que el cambio de ubicación de la terminal influye también en el diseño de la tercera pista, actualmente en construcción. Cambiar el balizamiento tiene un presupuesto inicial de 75 millones de pesetas más.Para comprobar que estos cambios se ajustan a la normativa y que nada fallará en el futuro, AENA ha destinado otros 50 millones más "para nuevos ensayos y pruebas".

La nueva terminal de Barajas está previsto que comience a funcionar en el año 2001. Costará unos 30.000 millones de pesetas. Debido a su peculiar diseño, es ampliable como un mecano.

Conforme se vaya aumentando la demanda de pasajeros y vuelos, se le pueden añadir nuevos edificios de embarque. Tiene como principal novedad que los viajeros no necesitarán andar más de 450 metros para llegar desde la puerta del edificio al avión.

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