Un romance generoso

La Audiencia Provincial de Madrid ha desestimado la denuncia de un hombre de 51 años, que acudió a los tribunales para obligar a su ex amante a devolverle los alrededor de seis millones de pesetas que le entregó mientras duró el idilio.El denunciante, cuyo nombre se corresponde con las, iniciales de A. S. T., llevó a la chica ante los tribunales después de que ésta rompiera su relación con él, se quedara los seis millones de pesetas que le había dado para comprar un piso y optara por volver con su marido.

El hombre conoció a la mujer, "de 46 años y bastante atractiva", aseguran quienes la conocen, a comienzos de 1993, cuando ella trabajaba en una güisquería de Guadalajara. Se profesaron amor -al menos él- y decidieron montar juntos un club nocturno en Torrejón de Ardoz. Él desembolsó el dinero para el local y ella se encargó de regentarlo, pero desde la barra. Los contactos sexuales, sólo con él, convinieron.

Más tarde, el hombre "quiso quitarla de trabajar de la barra del club", según la sentencia. Y comenzó a darle distintas cantidades de dinero (hasta seis millones de pesetas en menos de cinco meses) para que comprase un piso en el que visitarla cuando quisiera estar con ella. A la mujer, que estaba casada, le pareció bien la idea y no puso peros a las fuertes sumas de dinero que le iba dando su amante para la vivienda.

Sin embargo, las relaciones sentimentales entré ambos comenzaron a deteriorarse en mayo de 1993, tras cinco intensos meses en los que ella le hacía mimos e insinuaba quererle mucho. En tan poco tiempo, el hombre le regaló casi todos sus ahorros. Un día, al ver que ella dejaba de interesarse por él, le preguntó si había adquirido la vivienda. Contestó que sí. Y para que la creyera, le llevó a una inmobiliaria de Alcalá de Henares y le enseñó el piso piloto de una promoción en construcción.

Tras la escena de la inmobiliaria, y dado que empezaba a desconfiar de ella, le propuso firmar un documento privado según el cual él podría convivir con ella en el futuro piso el tiempo que quisiera. Lo cierto es que la chica volvió con su marido, nunca llegó a comprar el piso y se quedó los seis kilos.

Él, despechado, decidió llevarla ante los jueces acusándola de estafarle. Fundamentó la denuncia en el citado documento privado. Un juez de lo penal de Alcalá de Henares celebró el primer juicio por esta supuesta estafa en septiembre de 1996. El juez dictaminó que no había delito y declaró de oficio las costas del proceso. En la sentencia le instó a que reclamase el dinero a su ex amante en la vía civil. Disconforme con el fallo judicial, el hombre apeló ante la Audiencia Provincial de Madrid. Este órgano tampoco le ha dado la razón. Asegura el tribunal que el denunciante entregó las distintas sumas de dinero a su ex amante sin ponerle ninguna condición previa, y que no hay estafa, puesto que la pareja redactó ese documento "o compromiso" privado cuando la relación sentimental estaba rota.