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Las obras del túnel de O'Donnell se retrasan cuatro meses para alargarlo 200 metros

Antonio Jiménez Barca

Las obras del túnel de O'Donnell, que el Ayuntamiento tenía previsto adjudicar en el próximo pleno del día 30, se van a retrasar cuatro meses. La Comunidad pidió que el paso inferior se alargara 200 metros más a fin de salvar la entrada del hospital materno-infantil, en la calle de O'Donnell, que va a ser demolido para levantar uno nuevo. El municipio ha accedido, pero esto implica que el proyecto original tiene que modificarse. Las obras no empezarán hasta junio o julio. Para esta fecha, el municipio calcula que ya funcione el nuevo puente de Ventas sobre la M-30.

La mesa de contratación del Ayuntamiento, esto es, el conjunto de técnicos municipales que decide en cada caso cuál es la mejor oferta de las presentadas por las empresas para acometer una obra pública, decidió este mes que el proyecto más interesante era el de la firma Corsan Empresa Constructora, SA, y Rodio Cimentaciones Especiales. Esta constructora puso un precio de 932 millones de pesetas.El concejal de Obras, Enrique Villoria, del PP, sostiene que no hará falta convocar un nuevo concurso a pesar de la modificación pedida por la Comunidad. "El cambio significará unos 200 millones más de pesetas, con lo que no superará el 20% del total de la obra. Como no supera este 20%, la ley nos permite que se modifique el plan original sin necesidad de un nuevo concurso".

El túnel original tenía una longitud de 260 metros, desde el cruce de O'Donnell con la calle del Doctor Esquerdo hasta la altura de la calle del Maestro Vives.

Tras la modificación pedida por el Gobierno regional, llegará más allá de la calle de Máiquez. El paso inferior discurrirá por debajo de un subterráneo ya existente, el de Doctor Esquerdo, razón por la que algunos ya han empezado a denominar al futuro túnel el retúnel. Dispondrá de dos carriles y será sólo de salida.

La intención del Ayuntamiento es que esta nueva infraestructura sirva para desatascar una zona de Madrid que, desde la apertura de la conexión entre la M-30 y la M-40 por el eje de O'Donnell, que se terminó en diciembre, soporta un aluvión de coches más. Se pretende que el paso inferior permita una evacuación rápida de automóviles hacia las radiales. Además del retúnel, la obra contará con un desvío desde la calle de O'Donnell a la calle de Ibiza a través de Sainz de Baranda.

Puente de Ventas

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Mientras se ultiman los trámites administrativos para el retúnel, otra obra de la zona, la del puente de Ventas, se lleva a cabo en la calle. Consiste, ni más ni menos, que en sustituir el viejo puente por otro nuevo sin que se resienta demasiado el tráfico que pasa por la calle de Alcalá y por la M-30. Esta vía contará también con un carril más cuando el nuevo puente esté terminado. Esto ocurrirá, según los planes del área de Obras del municipio, para junio o, a más tardar, en julio. "Entonces, una vez terminado el nuevo puente de Ventas, empezaremos con lo del túnel de O'Donnell", asegura el concejal de Obras, Enrique Villoria.El concejal socialista Eugenio Morales afirmó ayer: "Lo que ha ocurrido ya lo predije yo. No se puede empezar una obra sobre la M-30 mientras no esté terminada la otra. El atasco podía haber sido monumental. Y al final se han dado cuenta ¡Menos mal!".

La también concejal socialista Pilar García Peña aseguró que está de acuerdo "con la idea de que este túnel sea sólo de salida". "Pero ahora con el cambio hay que ver todas las ofertas, porque esta obra resulta muy cara". El edil de IU Julián Rebollo replicó, por su parte, que la obra "es inútil y muy costosa". "Ya empezamos con lo de siempre. El retúnel iba a costar 930 millones al principio, pero ahora Villoria dice que valdrá 200 millones más para alargarlo. Es lo mismo que pasó con la plaza de Oriente, que empezó costando una cosa y acabó valiendo muchos millones más. Además, la oferta de la empresa Corsan y Rodio es la más cara de todas las presentadas".

El concejal de Obras respondió: "Teníamos un plan que sabíamos que había que modificarlo porque nos lo había pedido, con razón, la Comunidad. Podíamos haber tirado para delante y luego cambiar el proyecto. Pero era absurdo. Mejor modificarlo desde el principio".

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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