Los candidatos socialistas en las primarias no harán campaña pública para evitar conflictos
Los candidatos socialistas a las alcaldías y presidencias autonómicas no podrán hacer campañas, públicas de confrontación, por lo que tendrán que comunicar sus virtudes a los militantes del PSOE por escrito y con los medios que les faciliten las ejecutivas locales, provinciales y regionales, que velarán por la igualdad de oportunidades de los aspirantes. Se trata de evitar enfrentamientos que conviertan este proceso renovador en una revuelta interna. Éste es uno de los elementos de las elecciones primarias, cuyo reglamento será aprobado en marzo por el comité federal socialista.
Numerosos miembros de la comisión ejecutiva federal del PSOE expresaron ayer en una reunión interna los múltiples interrogantes que se les plantean. Ciprià Ciscar, Secretario de Organización, intentó tranquilizarles, según diferentes asistentes, y dio garantías de que el experimento saldrá bien.De la secretaría de organización dependerá la Comisión, compuesta por seis personas que tiene como misión elaborar el Reglamento sobre el procedimiento de elecciones primarias. Los comisionados tienen febrero y parte de marzo para confeccionarlo, antes de ser sometido a últimos de marzo al criterio del comité federal. Quedan muchos cabos por atar, pero ya se van conociendo algunos de los criterios que regirán este novedoso sistema por el que el PSOE ofrece a sus militantes la facultad de elegir a sus mejores candidatos.
Aunque los temores continúan, el proceso es imparable, pues forma parte del plan de "renovación" que este partido puso en marcha en su 34º congreso de junio de 1997. Muchas dudas se pusieron ayer sobre la mesa de la Comisión Ejecutiva Federal. Ciscar intentó despejarlas, según cuentan asistentes a la reunión, y recibió para ello mucha ayuda del primer secretario de los socialistas catalanes, Narcís Serra, que explicó con detalle cómo lo habían hecho de forma experimental en Badalona para las últimas elecciones municipales. Salió elegido el que fue considerado mejor y en ningún momento se dio imagen de trifulca.
Todos respiraron ayer cuando escucharon a Ciscar afirmar que los distintos candidatos no podrán hacer campaña pública ni propaganda electoral, algo que habría llevado necesariamente al enfrentamiento con luz y taquígrafos entre personas del mismo partido, con el consiguiente regocijo de los adversarios políticos. Miembros de la comisión que elaborará el Reglamento explican que los aspirantes se tendrán que dirigir a los militantes por escrito, con cartas, trípticos o el soporte que consideren oportuno.
Tampoco podrán presentar programas diferentes y, por tanto, no entrarán en liza sobre quién hace más polideportivos. Las diferencias estarán "en las actitudes y en el carisma", intentó explicar un miembro de la ejecutiva. Ahora bien, todos por igual. Los medios los facilitarán las ejecutivas del ámbito que corresponda y ellas pondrán la infraestructura.
El procedimiento de primarias se aplicará a los candidatos a la Presidencia del Gobierno, a las presidencias de las comunidades autónomas, y a las alcaldías de capitales de provincia y ciudades de más de 50.000 habitantes. El apoyo que necesitará un candidato para serlo es el del 15% de los militantes de su ámbito. La Comisión Ejecutiva correspondiente también tendrá capacidad de propuesta, así como un porcentaje, aún por determinar, de miembros del comité federal, de los comités regionales o locales.
En la reunión de la cúpula socialista no sólo se habló de cuestiones internas sino que se abordaron los pactos entre el PP y los nacionalistas. El PSOE se dirigió ayer a los nacionalistas para que hoy "los demócratas aprovechen la oportunidad de demostrar que lo son". Los grupos parlamentanos votarán hoy en el Congreso a favor o en contra de la propuesta del PSOE de que el Gobierno explique su apoyo al fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, y al Fiscal General del Estado, Jesús Cardenal. IU pedirá que Fungairiño y Cardenal sean destituidos. La protesta surge de que el Gobierno no haya criticado la justificación que Fungairiño ha hecho, a través de un informe, de las dictaduras chilena y argentina. Cardenal tampoco desautorizó a Fungairiño.
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