Todos culpan al àrbitro
El Atlético se agarró al arbitraje para justificar su tropiezo. Apeló sobre todo a la jugada del penalti de Geli a Víctor, la que originó el 2-1, para tildar de inmerecido el resultado. "No me parece justo cómo se ha producido el resultado", afirmó un irritadísimo Radomir Antic a la conclusión del choque. "Es difícil explicar", añadió, "cómo puede ganar un equipo que no te tira una vez a gol. Pero esta vez el partido lo ha decidido otro. Y de nuevo nos hemos sentido indefensos. Hubo gente, una vez más, determinante".Cuando se le preguntó si se refería al arbitraje de Daudén Ibáñez, el preparador serbio no disimuló: "Sí, por supuesto, me refiero al árbitro".
Antic no sólo criticó el penalti señalado por Daudén -"Geli ganó la posición limpiamente"-, sino que también se mostró muy molesto por otras decisiones: "Aguilera ha visto tarjeta amarilla en la primera parte que ha hecho, y eso te condiciona; mientras que Juan Carlos no ha sido castigado de la misma forma, pese a cometer dos duras entradas por detrás". Finalmente, Antic afirmó: "El Valladolid ha hecho su partido, y lo respeto, pero no ha ganado por el juego".
Caminero coincidió con su entrenador al señalar como injusta la decisión del penalti, pero al menos admitió algunos errores de juego en su equipo. Juninho también culpó al árbitro. Aseguró haber visto con claridad la jugada del penalti y declaró que no fue tal: "El árbitro se equivocó. Y con esa decisión, el Valladolid ganó confianza y nos complicó el partido".
Al ser consultado sobre el futuro de la Liga, el brasileño reconoció lacónicamente: "El título está lejos. Ahora dependemos del Barcelona, el Madrid y los otros que van por delante". El Frente Atlético, al concluir el partido, compartió su indignación por el arbitraje con el lamento por la ausencia de hombres que estaban el año pasado. Su grito fue: "¡Ole, ole, ole, Cholo Simeone!".
En Madrid, Jesús Gil se unió a las críticas. "No me sorprende lo sucedido. Daudén es el culpable de una de mis inhabilitaciones".
La derrota no fue el único contratiempo del Atlético. También se llevó una pésima noticia: la grave lesión de Bogdanovic, que sufre una rotura de los ligamentos de su tobillo derecho.
