El primer ministro ruso acumula nuevas funciones
El primer ministro Víktor Chernomirdin salió ayer reforzado en sus poderes e influencia después de la reestructuración de tareas realizada en el Gobierno ruso.
Chernomirdin, a quien los observadores consideran actualmente el mejor colocado para suceder a Borís Yeltsin en la presidencia del país, se autoasignó la supervisión directa de los nombramientos en las instituciones estatales, los temas "financieros, de política crediticia y monetaria, el presupuesto", los ministerios de Hacienda, de Combustibles y Energía, y de Situaciones de Emergencia, así como la coordinación de las actividades de Rosvooruzhenie, el monopolio de la venta de armas.
La redistribución de las tareas gubernamentales fue decretada ayer después de que Chernomirdin obtuviera el visto bueno de Yeltsin y, además de reforzar la posición del primer ministro, debe servir para tranquilizar a Anatoli Chubáis, el primer vicejefe de Gobierno al que numerosos medios informativos pronosticaban un cese próximo. Verdad es que Chubáis se ve privado de la supervisión de los problemas financieros y del ministerio correspondiente -tareas que pasan directamente a Chernomirdin- y de los medios de comunicación -que pasan a ser competencia del viceprimer ministro, VIadímir Bulgak-, pero queda reconfirmado como responsable de la estrategia económica del Gobierno. Además, Chubáis supervisará a los organismos responsables de la recaudación de impuestos, de aduanas y del control de exportaciones y divisas, y de las bancarrotas.FERNÁNDEZ
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