España, invicta, jugará con Yugoslavia en waterpolo
La selección española de waterpolo sacó la raza que la llevó a ser campeona olímpica en los Juegos de Atlanta 96 y consiguió pasar a semifinales en la posición más ventajosa posible. Ayer venció a Australia (54), la selección anfitriona, a pesar de la presión del público y del juego durísimo que desplegaron los australianos, inferiores técnicamente. Mañana jugará una de las semifinales contra Yugoslavia, segunda del otro grupo y que la eliminó en los Europeos. Australia tendrá que ganar a Hungría, actual campeona de Europa, para estar en la gran final.El partido que jugó ayer España nunca debió convertirse en épico, pero así fue porque fue pasando de lo correcto a lo sucio. Australia intentó maquillar su falta de experiencia con un juego duro y al borde de la ilegalidad, que los árbitros permitieron. Los boyas Jordi Sans e Iván Pérez, que desarrollaron un trabajo impagable en defensa, al igual que otros, como Michavila, y el talento del portero español, Jesús Rollán, un auténtico muro entre los palos, fueron claves.
El partido contra Yugoslavia, el equipo que apeó a España de los Campeonatos de Europa, no se presenta fácil. "Se trata de un rival serio, peligroso, con muchas tablas", reconoció el seleccionador, Joan Jané. "Pero España necesitaba una victoria, y estamos dispuestos a todo. Tenemos muchas ganas de ser campeones del mundo", añadió.
Kovacs, la estrella
El público del Challenge Stadium, donde se disputa la natación, había empezado a ir a las competiciones como quien va a los toros; a ver si esta tarde hay suerte y vemos algo bueno. Pues bien, ayer, en la tercera jornada, hubo por fin espectáculo. Los encargados de vestir la tarde de gloria fueron dos grandes de este deporte: el ruso Popov, que cubrió la posta del relevo masculino de 4 x 100. libres en 48.70 (20 centésimas menos que ayer en la prueba individual), para llevar al bronce a su equipo, y la nueva niña prodigio de la escuela húngara, la bracista Agnes Kovacs, que impuso su superioridad y su clase en los 200 braza.
Kovacs pasó como un ángel sobre el resto de las competidoras porque los 200 braza están hechos para ella. Con sólo 16 años y 47 kilos repartidos en un cuerpo de niña de 165 centímetros, la Kovacs es la heredera de la tipología prodigiosa de Kristina Egerzesgi, reina de la natación hasta hace cuatro años. Si su cuerpo es un prototipo de carreras, su estilo y su ritmo en la prueba alcanza la categoría de poesía. Kovacs paró el reloj en 2.25.45 y adornó su primer título mundial con un récord de los campeonatos.
Pero la tarde fue fue de los jóvenes. Como el australiano lan Thorpe, de sólo 15 años, que, contra todo pronóstico, se impuso en los 400 libres al italiano Emiliano Brembilla , máximo favorito. Y de Estados Unidos, que sumó otros tres oros, en hombres con los relevos 4 x 100 libres y 100 espalda (Lenny Krayzelburg),y en los 100 mariposa mujeres, con Jenny Thompson de nuevo.
En los 100 espalda se notó la ausencia del español Martín López Zubero, que podría haber entrado en la gran final. En la B, David Ortega, de 18 años, obtuvo un excelente registro de 56.43.
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