Duelo Popov-Klim por el oro en los 100 libres
, ¿Conseguirá el héroe australiano Michael Klim batir al zar Alexander Popov en su prueba favorita, los 100 metros? Ésa es la pregunta del millón en los campeonatos, y la incógnita se despeja hoy. Sea cual sea el final, el enfrentamiento entre Klim y Popov será un duelo entre hermanos. Hermanos porque a los dos hombres más rápidos del mundo en 100 libres no sólo les une el hecho deproceder de un país de Europa del Este -el héroe australiano Klim nació y vivió sus primeros años en Polonia-, sino también el trato diario y el trabajo en común. Ambos viven en la misma ciudad australiana, Braddon, y entrenan desde hace años con el mítico Gennadi Touretski. Son amigos y se respetan mutuamente. Pero los dos están convencidos de que pueden ganar.
Sobre el papel, quien tiene más posibilidades de hacerse con el oro es Alexander Popov, el actual recordman mundial. Popov aún no ha repetido la marca de 0.48.21 que tiene como récord del mundo desde 1994, pero figura como favorito para el oro con los 0.49.02 que hizo en los Europeos de Sevilla en agosto, y nada más llegar a Perth advirtió que se encontraba "mejor que entonces y mentalmente preparado para ganar". Klim, que le sigue a tan solo 13 centésimas, ha demostrado con su actuación en los 200 libres que está en un excelente momento de forma. Se admiten apuestas.
Polo opuesto
Los dos nadadores que lucharán por el oro en la prueba más esperada de los octavos mundiales son tan diferentes como la noche y el día. Popov es la elegancia; Klim, la potencia. El ruso es un ser nacido para nadar, con unas cualidades físicas asombrosas: 197 centímetros de altura, 89 kilos de peso y el nado más majestuoso que se ha visto jamás en una piscina. Popov es capaz de cubrir 50 metros en 31 brazadas, y su capacidad pulmonar le permite respirar hasta una sola vez en un largo. Klim es más rudo, pero posee una fuerza descomunal. Mide 190 centímetros y pesa 83 kilos. Tiene una arrancada rapidísima, y es un nadador que sale a morir en cada carrera. Su brazada es menos efectiva que la de Popov (necesita 34 para cubrir la piscina), y su estilo menos elegante, pero parece que llevase un motor en los pies. Popov tiene a su favor el hecho de que a los 26 años es todo un veterano. Klim, de tan solo 20, cuenta con la ventaja de que juega en casa y tiene ganas de demostrar que no es héroe nacional por nada.
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