Parado a la fuerza
Tengo 31 años y soy químico, para lo cual estuve cinco años estudiando en la Universidad Autónoma de Madrid. Después de superar el examen del QIR (igual que el MIR para médicos, pero para químicos), estuve cuatro años realizando la especialidad de Bioquímica Clínica en el hospital La Paz de Madrid. Cuando finalicé dicha especialidad estuve dos años con una beca de investigación en la Sección de Genética Molecular del mismo hospital. Sé inglés y sé informática. A pesar de ello, mi formación es insuficiente y desde el mes de enero me encuentro de forma irrevocable en paro, o dicho de forma elegante, se me ha jubilado de forma anticipada. No sirvo para trabajar en ninguna empresa (a menudo pienso que las ofertas de trabajo que aparecen en los diarios son ficticias). Mientras tanto, día tras día, a cualquier hora y en cualquier cadena de televisión, aparece toda una galería de personajes, a cual más impresentable, sin más carta de presentación que su propia jeta y que se están forrando a costa de todos los que por desgracia les soportan.Tengo dos hijos y sé que el último consejo que les voy a dar es que estudien una carrera. Pondré todos mis esfuerzos para que destaquen en algún deporte y puedan vivir a costa del sufrido prójimo. Hasta entonces que nadie se sorprenda si me ve mendigando o atracando un banco, pues con un poco de suerte podré firmar una exclusiva cuando esté en la cárcel o incluso me darán un programa de televisión para mí solo, donde también podré forrarme siempre a costa del consumidor.
Por lo visto, en este país, cuanto menor es la formación y más dura la cara, más posibilidades se tienen, o, en su defecto, un buen padrino y un dedo amigo que todo lo coloca, como ha sido, es y será toda la vida.-
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