Colaboración y respeto
En, relación con el artículo publicado en EL PAÍS el 21 de diciembre, donde se afirma que el fiscal don Eduardo Fungairiño "siempre había tenido enfrentamientos más o menos sonados con jefes", mencionándose entre ellos mi nombre, me importa dejar constancia pública de la irrealidad de tales "enfrentamientos". Durante los seis años que ejercí la jefatura, nuestra relación profesional y jerárquica discurrió siempre por derroteros de mutua y eficiente colaboración y respeto, al tiempo que el recíproco aprecio en el orden personal queda patente en el acompañamiento a la boda de dos de mis hijos, transcurridos más de dos años desde mi cese en la jefatura de la Fiscalía-
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