Anand devuelve el golpe
El jugador indio derrota a Kárpov en otra lucha memorable
, Viswanathan Anand demostró ayer que ya está maduro para ser campeón. Un día después de salir derrotado y exhausto, entró en el escenario del Museo Olímpico dispuesto a lanzarse al cuello de Anatoli Kárpov. La partida alcanzó un grado de complicación más propio de computadoras que de seres humanos; el ruso omitió un golpe ganador poco antes de rendir se. El marcador queda igualado a un punto a falta de cuatro asaltos.Para que no faltase de nada, hubo pequeñas escaramuzas de guerra psicológica desde el inicio. Fiel a su vieja costumbre de llegar tarde para evitar a los fotógrafos (que sólo disponen de los cinco primeros minutos para trabajar) y, de paso, poner nervioso a su adversario, Kárpov no había aparecido cuando Juan Antonio Samaranch subió al estrado para saludar a los dos contendientes.
Esa actitud nunca fue criticada bajo el prisma de la mentalidad soviética pero irrita mucho ahora, cuando las estrellas del tablero ganan millones de dólares y son objeto de creciente atención de la prensa. Anand también se irritó ayer, al ser ametrallado por las cámaras frente a una silla vacía: saludó al presidente del Comité Olímpico, hizo su primera jugada y se marchó a su camerino. Entonces apareció Kárpov y realizó su primer movimiento; el árbitro holandés Geurt Gijssen fue a avisar al indio, con poco éxito, ya que Anand quiso que su rival probase el mismo jarabe que él, y se demoró un par de minutos. Sólo entonces, por fin, se pudo ver la explosión de destellos de flash que alumbran los apretones de manos al inicio de cada partida.
La primera impresión fue engañosa. A pesar de contar con la ventaja de las piezas blancas, Anand optó por una de las estructuras más sólidas de la apertura española, (que debe ese nombre al clérigo Ruy López de Segura, campeón del mundo oficioso en el siglo XVI). Los espectadores pensaron que íbamos a asistir a una larga lucha de maniobras y obró en consecuencia. Mientras la cafetería y los pasillos se llenaban de gente, Samaranch se interesó por conocer el funcionamiento de las bases de datos que albergan más de un millón de partidas.
Pronto se vio que el indio se había apartado de las variantes más conocidas para evitar que Kárpov le colocase otro veneno de laboratorio. De pronto, el tablero comenzó a echar fuego: Anand sacrificó un peón para atacar a toda costa; lejos de perseguir un empate que le hubiera sido favorable, el ruso buscó otro golpe que dejase el duelo poco menos que visto para sentencia. La adrenalina de los espectadores comenzó a hervir; nadie se movía de las butacas.
Complicación creciente
La partida tomó el camino de la complicación creciente; cada agudeza del indio era contesta da por otra mayor del ruso, y ambos reyes corrían peligro de muerte. Ese toma y daca constante desembocó en una posición diabólica, propia para monstruos como Deep Blue. Para un ser humano, era imposible afirmar quién tenía venta ja sin correr un enorme riesgo de equivocarse. La mejor manera de resumir la situación tal vez sea decir que ambos estaban perdidos.Fue en ese momento, al cumplirse cuatro horas de vorágine, cuando Kárpov no vio lo que las computadoras que utilizan los periodistas sí habían visto: una combinación de jugadas ganadoras que hubieran arrojado a Anand al abismo. Poco después, el ruso meditaba durante largo rato en busca de una salvación imposible mientras Anand paseaba con aire triunfador por el escenario. El ruso paró el reloj, tendió su mano y comentó con su rival durante unos minutos sobre algunas variantes de locura que no llegaron a jugarse.
Al abrirse el turno de preguntas, Kárpov se dio cuenta de que había tenido el triunfó en la mano, y Anand se mostró de acuerdo: "Sí, el análisis de la computadora es correcto. Yo estaba perdido". El indio también coincidió en que era una posición más propia para máquinas: "Lo he pensado durante la partida. Es evidente que yo no puedo jugar como una computadora". Al ser preguntado por una posible variante de tablas, Kárpov fue contundente: "Sí, eso daba tablas 1 pero yo quería ganar otra vez"
Desarrollo
Blancas: Anand. Negras: Kárpov. 1 e4 e5 2 Cf3 Cc6 3 Ab5 a6 4 Aa4 Cf6 5 0-0 Ac5 6 c3 b5 7 Ab3 d6 8 a4 Ag4 9 d3 0-0 10 h3 Af3 11 Df3 Ca5 12 Ac2 b4 13 Cd2 Tb8 14 De2 Te8 15 Cf3 bc3 16 bc3 Cb3 17. Ab3 Tb3 18 d4 ed4 19 cd4 Tf3 20 Df3 Ad4 21 Ta2 Ce4 22 Dd3 c5 23 Da6 d5 24 a5 c4 25 Ae3 Ae5 26 Ab6 Dd7 27 Da7 Dc6 28 Ad4 Ac7 29 Tb2 c3 30 Tb7 Tc8 31 Ab6 Ae5 32 Tf7 c2 33 Tc1 Cc3 34 Tf3 h6 35 Df7 Rh8 36 Te3 d4 37 Te5 d3 38 Ad4 Tg8 39 Te6 d2 40 Tc6 dcl'D 41 Rh2 Dd2 42 Tc8, y Kárpov abandonó.
Más información y partida comentada en EL PAÍS DIGITAL: http:// www.el pais.es
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