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Entrevista:

"Las cosas deben adaptarse a las personas y no al revés"

La ergonomía, una ciencia joven que en España apenas cuenta con 10 años de trayectoria, pretende mejorar la calidad de vida de las personas tratando de adecuar objetos, espacios y sistemas a sus capacidades y limitaciones. Pedro Mondelo, gallego, de 41 años, doctor en ingeniería y psicología y miembro del departamento de proyectos de Ingeniería de la Universidad Politécnica de Cataluña, resume sus objetivos con una máxima: emplear el diseño como herramienta para la calidad de vida y la prevención del riesgo. Mondelo dirige el único curso de doctorado sobre la especialidad de España.Pregunta: ¿Qué implica la ergonomía? ¿Proyectar tomando como referencia a la persona y su entorno? ¿De qué modo opera un ergónomo?

Respuesta: Antes de diseñar un producto, nos preguntamos quién va a ser su usuario. Utilizamos referencias psicofisiológicas para adaptar un objeto, un entorno o un sistema a sus usuarios. Son las cosas las que deben adaptarse a las personas y no las personas a las cosas. Es una visión antropocéntrica, si se quiere, pero con egoísmos intrínsecos, puesto que no sólo se persigue aumentar la calidad de vida sino también incrementar la productividad y la calidad final del trabajo.

P. Sirve tanto para la vida cotidiana como para la productiva.

R. La línea que separa el trabajo del ocio es cada vez más difusa. El término actividad seria más apropiado. Por ejemplo, en casa, con el ordenador, puedo estar trabajando o jugando.

P. El lugar donde vivimos¿debe entenderse del mismo modo?

R. Por supuesto. A menudo discutimos qué influencia tienen las pantallas de ordenador sobre las posturas y determinadas patologías. Pero hay quien pasa muchas más horas en casa frente al televisor que en la oficina con el ordenador. El bienestar no es privativo del trabajo o del ocio, sino que debe aplicarse sistemáticamente a todos los diseños. Es una cuestión de cultura de prevención.

P. ¿Los. diseños no son idóneos?

R. En la mayoría de los ..casos no se han realizado en función de las medidas antropométricas de las personas. En España no disponemos de medidas sobre población infantil. Nadie sabe cómo son los niños de ahora ni cómo eran hace diez años. En cambio, los pupitres continúan siendo los mísmos. Para diseñar un pupitre se precisan medidas como las distancias poplitea y sacropoplitea, sacrorótula, codo-suelo-sentado y ojos-suelo-sentado, que desconocemos. Por ello, acabamos comprando mobiliario escolar inadecuado. Cultivamos así el germen de futuras patologías.

P. Así pues, los adultos arrastran el peso de malos diseños durante años.,

R. Sí, y además de malas condiciones históricas de la escuela o del hogar, en el trabajo se añaden nuevos problemas. Hay que añadir el confort térmico, visión e iluminación, audición, esfuerzos, movimientos y posturas o la manipulación de Objetos. Para ello se requieren conocimientos de fisiología, biomecánica, de diseño de herramientas. La ergonomía aporta ahí ingenieros, médicos y psicosociólogos que analizan y diseñan globalmente.

P. ¿Qué otros condicionantes hay que tener en cuenta?

R. Unas buenas condiciones climáticas aumentan la productividad (hasta el 5% en los meses de verano mejorando la climatización), pero nadieatiende a los factores psicosociales. Por ejemplo, los horarios. La disintonía entre el horario de trabajo y la vida familiar repercute en una menor productividad. El trabajador trae en su mochila los problemas familiares. Cuanto más, cargada está, menos rinde. Otros factores son los turnos, los equipos de trabajo o las relaciones con otros trabajadores. Todo ello puede condicionar el absentismo psicológico: el trabajador está en cuerpo pero no en mente. Aparecen los errores, los accidentes o se pierde calidad. Sobre los turnos hay opiniones contrapuestas. Nadie ha demostrado que sea mejor un turnolargo o el nocturno. Pero se sabe que los grandes errores y los grandes accidentes se dan en los turnos de noche, (entre las 3 y las 5 de la mañana) y que el número de divorcios es mucho mayor.

P. ¿Las empresas atienden las recomendaciones?

R. Cada vez más. Hace una década era como predicar en el desierto, pero hoy todas las grandes mutuas de trabajo tienen su departamento de ergonomía y las multinacionales promocionan estudios del puesto de trabajo. El trabajador es la parte más importante del sistema y hay que cuidarlo.

P. ¿Y qué ocurre cuando uno se hace mayor?

R. Que las pérdidas psicofisiológicas propias de la edad no se compensan y que, además, pesan demasiado los aspectos negativos. No es que vayamos quedando desfasados o superados por la tecnología" salvo por la informática.

P. ¿Y si trasladamos la ergonomía al hogar?

R. De entrada, hay muchísimos más accidentes en el hogar y el ocio que en las empresas. Casi cinco veces más. En casa nos olvidamos de tomar precauciones básicas y cometemos imprudencias que serían intolerables en el trabajo. Generalmente, es por errores de diseño y por olvidar que a menudo convivimos con riesgos. Eso sólo se combate con ciertas recomendaciones. Hay aspectos básicos, como eliminar del suelo elementos que puedan deslizarse; que las instalaciones eléctricas y del gas las toquen sólo especialistas.

Además, diseñar con otra concepción tres elementos clave: el baño (debería incluir agarraderas), las escaleras (la barandilla y el pasamanos no son decorativos), y las cocinas. Finalmente, limitar el acceso a productos tóxicos, incluidos los fármacos.

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