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AJEDREZ: CAMPEONATO DEL MUNDO

Un fatigado Anand abre el desafío a Kárpov

El indio, invicto tras 23 partidas en 20 días, reta al campeón en ausencia de Kaspárov

Leontxo García

, Es un duelo apasionante por lo desigual. Viswanathan Anand, de 28 años, se enfrenta en Lausana (Suiza) a uno de los mejores ajedrecistas de todos los tiempos inmediatamente después de sobrevivir a seis eliminatorias agotadoras en Groningen (Holanda). Pero aunque Anatoli Kárpov, el privilegiado campeón de la Federación Internacional (FIDE), está fresco y preparado a conciencia, sus 46 años de edad y su desfavorable balance con el indio equilibran los pronósticos. Juegan desde hoy al mejor de seis partidas con 300 millones de pesetas en premios; de ellos, 200 para el vencedor. Mientras tanto, Gari Kaspárov se mantiene al margen.Por fortuna para el ajedrez y para Juan Antonio Samaranch, que efectúa hoy el saque de honor a las 14.45 horas en el Museo Olímpico, quienes auguraron que el aspirante llegaría a Lausana en un ataúd se han equivocado: Anand tenía ayer un aspecto razonablemente bueno. Pero no es menos cierto que lleva en el cuerpo una paliza de órdago cuya factura puede aparecer en cualquier momento. "No puedo dedicar la energía que me queda a pensar en lo cansado que estoy o en lo injusto de las condiciones. He venido aquí a jugar, cualquier otra reflexión es superflua", comentó el indio, de religión hindú y etnia tamil, residente en Collado Mediano (Madrid).

Anand, 3º del mundo tras los rebeldes Gari Kaspárov y VIadímir Krámnik, no ha perdido ninguna de las 23 partidas (14 a ritmo normal y 9 rápidas de desempate) disputadas en Groningen contra 6 rivales muy duros en 20 días. Exento de la primera criba y claro vencedor del bosnio Níkolic en la segunda, estuvo en la tercera al borde del KO ante el ruso Jálifman, que forzó cuatro partidas de desempate. Después ganó con relativa comodidad al húngaro Almasi, al español Shírov y al bielorruso Gélfand. Pero la final de candidatos frente al británico Adams fue un tormento: Anand confirmó que ni siquiera él puede evitar el nerviosismo en un sistema de juego tan agobiante y desperdició varias posiciones ganadoras antes de doblegar a su rival en la muerte súbita tras nueve partidas memorables en cinco días.

Kárpov, que comparte el 4º puesto del ránking con el búlgaro Véselin Topálov, se entrenaba mientras tanto a conciencia en una urbanización de Maspalomas (Gran Canaria) y en un chalé cercano a Basilea (Suiza): 8,5 horas diarias de trabajo técnico con dos ayudantes e interrupciones para nadar, jugar al tenis o hacer gimnasia bajo la supervisión de un preparador físico.

Tras protagonizar con Kaspárov, que le destronó en 1985, la mayor rivalidad en la historia del deporte, su ocaso comenzó en 1992 cuando fue eliminado por el británico Nigel Short en el torneo de candidatos. Pero la rebelión de Short y Kaspárov, desposeído por la FIDE del título de campeón, permitió que Kárpov recuperase la corona tras derrotar al holandés Jan Timinan en 1993, y que la defendiese en 1996 ante el estadounidense Gata Kamski, ahora retirado para estudiar Medicina.

"Cuando se cumplan dos horas de la primera partida en Lausana sabré si estoy en gran forma", dijo Kárpov a este diario hace una semana. El ruso tiene dos motivos para buscar con denuedo una victoria en las primeras partidas. Anand encaja mal las derrotas: lo demostró al hundirse ante Kaspárov en el Mundial de la Asociación Profesional (PCA) de 1995, en Nueva York, cuando encajó dos seguidas tras ocho empates y una victoria. Además, Kárpov no ha ganado a Anand desde el torneo de Tilburg (Holanda) de 1991; el balance entre ambos favorece claramente al indio: 6 victorias, 15 empates y 3 derrotas en la modalidad clásica (dos horas para 40 movimientos); 11 triunfos, 24 empates y 6 derrotas si se cuentan las partidas rápidas.

Ambos protagonizaron un emocionante duelo en Bruselas hace 6 años, que Kárpov ganó por 4,5-3,5 tras sufrir serios apuros, especialmente en la partida decisiva. Pero Anand carecía entonces de la serenidad y la enorme experiencia que posee ahora para complementar uno de los más asombrosos talentos naturales que ha dado el ajedrez. Un eventual empate, 3-3, convertiría al indio en claro favorito por sus impresionantes reflejos para las partidas rápidas.

Esa cualidad del ahora aspirante tiene un curioso origen: de niño, en un café de Madrás que sólo contaba con un reloj de ajedrez, necesitaba ganar partidas de 5 minutos sin cesar para no aburrirse; el vencedor continuaba jugando mientras el perdedor se ponía al final de una inmensa cola y esperaba más de una hora para repetir.

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Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

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