El PSOE quiere colocar a ex ministros como cabeza de lista de las municipales y autonómicas

La dirección del PSOE está dispuesta a presionar a personas de relieve de su partido para que encabecen listas municipales y autonómicas en los comicios de junio de 1999. El compromiso de figuras de la política nacional con la vida local y regional forma parte de la estrategia del PSOE de demostrar a los ciudadanos su voluntad decidida de recuperar los gobiernos que perdieron masivamente en 1995, y de dejar claro que para ello apuestan por sus mejores candidatos. El compromiso incluirá que los candidatos que pierdan permanecerán los cuatro años como jefes de la oposición trabajando por ganar en las siguientes. La ejecutiva piensa por ahora en media docena de ex ministros de Felipe González.

A partir del 12 de enero, muchas de las energías del PSOE se van a dedicar a la preparación de las elecciones municipales y autonómicas de junio de 1999. Los ciudadanos conocerán a los candidatos socialistas con un año de antelación, tiempo que se empleará para hacer campaña. La renovación de las candidatos será casi total al comparar las listas con las de 1995. Las intenciones de la ejecutiva socialista chocarán muy previsiblemente con los deseos de algunos de los que serán requeridos, que preferirían seguir en tareas nacionales.Los ex ministros Josep Borrell, Cristina Alberdi, Juan Alberto Belloch, Carmen Alborch, Matilde Fernández y Jerónimo Saavedra son el grupo con el que la ejecutiva quiere contar, además de con algunos ex altos cargos de la Administración, como la que fuera secretaria de Estado de Instituciones Penitenciarias Paz Fernández Felgueroso. Estos nombres tienen región asignada en los cálculos de la ejecutiva federal.

La dirección federal pensó que en Madrid podrían presentarse Cristina Alberdi y Alfredo Pérez Rubalcaba. En los últimos días va perdiendo fuerza la presencia de este último, mientras que cada vez suena más alto el nombre de Borrell, que volvería así a la política madrileña en la que empezó a finales de los setenta como porta voz de los socialistas en la entonces Diputación Provincial de Madrid.

"Algunos compañeros han mostrado simpatía por esta idea, pero no me consta oficialmente", dijo Borrell a este periódico. "No sé si los ciudadanos madrileños verían con buenos ojos a un catalán como alcalde de Madrid", se preguntó Borrell en tono humilde. A este respecto en la ejecutiva se piensa que Madrid "afortunadamente" no se parece a ningún otro lugar de España, ya que aquí no importa de dónde es nadie. El cántabro Joaquín Leguina gobernó la comunidad madrileña muchos años y no le va a la zaga el andaluz José María Álvarez del Manzano, alcalde de la capital.

La ex ministra de Cultura, Carmen Alborch, tiene todas las papeletas para que la dirección del partido le pida que sea candidata en su tierra valenciana. No está claro si sería para el Ayuntamiento de Valencia o para la comunidad. En la misma situación está el ex ministro Juan Alberto Belloch, a quien el partido le va a pedir todo su esfuerzo para recuperar el crédito perdido de los socialistas en Aragón. También se piensa en Madrid en la ex ministra Matilde Fernández para ser candidata en Cantabria. El ex ministro Jerónimo Saavedra es más que seguro que se presentará a la presidencia del Gobierno canario.

La petición que la Ejecutiva hará a los citados y a otros que vayan surgiendo en próximas fechas sera doble: Por un lado, que intenten ganar y, después, si pierden, que no abandonen y vuelvan a Madrid sino que trabajen desde el día siguiente en la oposición para asegurarse la victoria en las elecciones siguientes.

Los socialistas creen que tienen que encontrar a personas con energías suficientes como para repetir el proceso que otros llevaron a cabo en 1979. La victoria del PSOE en ayuntamientos y comunidades autónomas fue la antesala de alcanzar el Gobierno de la nación. Su pérdida en 1995 fue el preludio de la derrota en las generales de 1996.

En algunos casos no habrá problemas de persuasión, porque la ejecutiva nacional, regional y el afectado estarán de acuerdo. Así, el alcalde de, Gijón, Vicente Álvarez Areces, no va a tener más remedio que aceptar la petición unánime de que sea el próximo candidato a la presidencia de Asturias. Para la alcaldía se piensa en Paz Fernández Felgueroso y no hay duda de que Alvaro Cuesta aspirará a gobernar el Ayuntamiento de Oviedo.