Perote dice que los GAL nunca fueron objetivo informativo del Cesid

El coronel Juan Alberto Perote, ex jefe de la Agrupación Operativa del Cesid, declaró ayer ante el juez Baltasar Garzón que los GAL nunca constituyeron un objetivo informativo del Cesid. "Nunca se ordenó su investigación o persecución y el declarante se ratifica en su creencia de que el Gobierno de entonces, al máximo nivel, lo conocía y lo toleraba, si no lo había auspiciado", señala textualmente uno de los párrafos del escrito que Perote entregó al juez de forma previa a su declaración. Era la primera vez que Perote declaraba en la Audiencia Nacional sin que la causa estuviera expresamente declarada secreta.El magistrado le había citado en el marco del caso Oñederra, que investiga cuatro de los primeros asesinatos de los GAL, los de los etarras Ramón Oñederra, Kattu, Ángel Gurmindo, Vicente Perurena y el ciudadano francés Christian Olaskoaga. Perote ya había declarado en esta causa, aunque cuando estaba declarada secreta, por lo que el fiscal pidió que la diligencia se repitiese.

El militar entregó seis folios a un espacio, compendio de las declaraciones que ha ido realizando en varios sumarios abiertos en la Audiencia Nacional, así como en el caso Marey, en el Tribunal Supremo.

En ellos puso de manifiesto que el documento llamado Acta fundacional de los GAL, elaborado por el Cesid en el verano de 1983, fue un estudio teórico relativo a concretas formas de lucha antiterrorista. En el documento se proponía el montaje de operaciones delictivas encaminadas a la eliminación física de los etarras y se recomendaba que las desapariciones se realizasen mediante secuestro. Pero Perote dice ahora que ni él ni el Cesid recomendaban las formas de lucha que allí se analizaban ya que consideraban que obstaculizaría la actividad informativa en cuyos frutos se confiaba de forma superior.

Respecto a las informaciones que recibió del entonces sargento Pedro Gómez Nieto, en la que le comunicaba la inminencia de atentados en el sur de Francia, Perote señaló que se limitó a informar a su superior, el general Emilio Alonso Manglano.