_
_
_
_

El 'violador de Fuenlabrada' no estaba loco, según los forenses

Antonio Curiel, conocido como el violador de Fuenlabrada, de 38 años, no es un loco. Eso fue lo que afirmaron ayer los forenses en la Audiencia Provincial, donde se le juzga por seis delitos de violación.En Ia sesión celebrada ayer comparecieron cuatro peritos psiquiatras. Dos de los forenses de la clínica de Plaza de Castilla subrayaron que no se trata de un demente. Ambos indicaron que se trata de un violador neurótico que cometió las agresiones sexuales por un complejo de inferioridad, por su aversión a las mujeres y por la dificultad que tiene para entablar relaciones con personas del otro sexo.

Los médicos de la defensa mantienen que Curiel padece un trastorno mental, aunque matizaron que no se trata de un loco que actuaba de forma instintiva y condicionado por el consumo de alcohol y de drogas. Hermenegildo Pérez, abogado defensor, mantiene que su cliente no es consciente de sus actos. Los cuatro peritos coincidieron en que el inculpado sufre una grave perversión sexual.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_