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Aznar pide excusas a los atrapados por la nieve y admite que la ayuda "no llegó de manera diligente"

El Gobierno, por boca de su presidente, José María Aznar, solenmizó ayer en la tribuna del Congreso de los Diputados la petición de "excusas" a los ciudadanos que quedaron atrapados por la nieve los días 4 y 5 en varios puntos de la red principal de carreteras. Aznar aseguró que "hubo miles de personas que fueron atendidas" pero reconoció que "hubo una parte" a la que "no les llegó de manera diligente la ayuda precisa, la ayuda que necesitaban"

Aznar contestaba en el Congreso a una pregunta del diputado de Izquierda Unida Pablo Castellano que quería saber si los servicios de Protección Civil habían mostrado un "aceptable grado de eficacia y coordinación" ante el temporal de la semana pasada. Aznar empezó por precisar que se había producido "una situación verdaderamente excepcional" y que tanto la Guardia Civil como Protección Civil y el Ministerio de Fomento "pusieron todos los medios humanamente utilizables" para resolver la situación.Castellano le replicó que no podía hablarse de ninguna situación excepcional porque el 8 de enero de este año ya se pidió que compareciese el ministro de Fomento en la comisión de Justicia e Interior para que explicase un caos que se produjo en aquellas fechas en algunas carreteras "con un motivo exactamente igual". Esa comparecencia todavía no se ha producido y Castellano argumentó que "cuando esto se repite no podemos hablar de situaciones excepcionales ni podernos invocar la llamada autoprotección, en virtud de la cual los ciudadanos no tienen derecho a exigir, aun cuando fuesen responsables de alguna negligencia, que funcionen esta clase de servicios". Para Castellano, "no basta con pedir disculpas", aunque reconoció que eso "está muy bien", pero añadió que es necesario poner los medios para evitar que se repita y es "absolutamente inexcusable" poner encima de la mesa una auténtica exigencia de responsabilidades políticas porque si no hay responsabilidades políticas no hay un Estado medianamente democrático y medianamente ordenado".

Aznar contestó al diputado de Izquierda Unida que compartía "una buena parte de su exposición, si no toda" y levantó algunas risas en los escaños socialistas al referir que el primer ministro de Luxemburgo le contó que muy recientemente "trasladándose de Luxemburgo a Bruselas, recorrido en el que se tarda normalmente una hora, estuvo atrapado seis horas por una nevada en la carretera". Aznar concluyó diciendo que le parecía muy bien que el diputado exija responsabilidades, que piensa "que los servicios han cumplido" y que desea "establecer el nivel de exigencia para que cumplan más".

Las excusas presentadas por el jefe del Ejecutivo contrastan con las declaraciones del vicepresidente político, Francisco Álvarez Cascos, y el portavoz del Gobierno, Miguel Ángel Rodríguez, al día siguiente del atasco. Rodríguez y Cascos responsabilizaron a los ciudadanos por haber emprendido viaje pese a las advertencias hechas la víspera por el Instituto Nacional de Meteorología. Cascos recordó que las inclemencias sorprendieron a muchos automovilistas circulando sin haberse provisto de simples cadenas, y argumentó que las máquinas quitanieves no están distribuidas por todos los puntos, sino sólo por aquéllos en los que nieva habitualmente. "Todos, incluidos los conductores, debemos reflexionar para actuar mejor en lo sucesivo", concluyó. El director general de Tráfico apostilló: "Muchos ciudadanos no renunciaron a ponerse en carretera en contra de nuestros consejos".

Sin fiscal en Bilbao

Tras la intervención de Aznar en el Congreso fue la ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante, quien respondió a dos preguntas de las diputadas del PNV Margarita Uría y del PSOE Arantxa Mendizábal. Ambas querían saber si se cubrirá la plaza de fiscal jefe del Tribunal Superior del País Vasco, que mantenía Jesús Cardenal hasta su nombramiento como fiscal general del Estado.La ministra dejó poco resquicio para la esperanza. Según explicó, "la plaza no puede salir a concurso" porque Cardenal ocupa un cargo que no es "ni de duración determinada ni inamovible" y, por tanto, nunca le ha pedido que renuncie a su plaza de fiscal jefe en el País Vasco mientras esté en situación de servicios especiales como fiscal general.

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