Arzalluz: "No se puede ir de la mano con los que nos insultan y atacan

El Partido Nacionalista Vasco (PNV), Eusko Alkartasuna (EA) e Izquierda Unida (IU) no respaldarán la manifestación del sábado convocada por los sindicatos nacionalistas ELA, LAB y EHNE y el movimiento social Elkarri en protesta por la pena de siete años de cárcel impuesta a los 23 dirigentes de Herri Batasuna, así como tampoco el paro de dos horas previsto para el lunes. El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, afirmó ayer que "todavía no ha llegado el momento de hacer cosas como ésta de forma conjunta" y que la quema de batzokis (sedes del partido) y los atentados impiden ir de la mano" con quienes usan "la agresión, el insulto y la imposición" como forma de actuación política, en alusión a HB.

Aunque la respuesta elaborada por la ejecutiva del PNV en su reunión del martes es continuación de lo recogido en su valoración de la sentencia condenatoria del Tribunal Supremo, las palabras de Xabier Arzalluz, en una entrevista concedida a Euskadi Irratia (la radio pública en euskera), sonaron ayer especialmente contundentes contra la coalición independentista.Si el pasado 2 de diciembre, en sus críticas al fallo judicial que supone siete años de cárcel para los dirigentes de Herri Batasuna, el PNV ya hacía constar, "enfáticamente, que no tiene motivo alguno para apoyar a HB y menos a los miembros de su ejecutiva", la dirección peneuvista expresó ayer en un comunicado: "No podemos ni debemos compartir pancarta y calle con quienes, a la vez que se suman a esta convocatoria [en alusión a la manifestación y el paro parcial] y nos llaman a secundar determinadas cuestiones conjuntamente, practican o permiten por omisión la agresión, el insulto y la imposición".

La quema de batzokis (sedes sociales del PNV), asunto recurrente en todas las intervenciones de Arzalluz, estuvo encima de la mesa de la reunión de la dirección peneuvista. Los dirigentes, mayoritariamente, consensuaron desde un principio que es imposible "ir de la mano y compartir pancarta y calle" con los que se han dedicado a quemar sus locales y a insultar y agredir a miembros de ese partido. El propio Arzalluz subrayó: "No podemos pedir algo así [respaldar la protesta] porque nuestra gente está muy enfadada".

Los presos y Mayor

"Dedicamos mucho más tiempo a discutir sobre el asunto del acercamiento [a Euskadi] de los presos y de los movimientos poco serios dados por el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, que al asunto de la manifestación y el paro. Desde un principio se vio que era muy difícil solidarizarse con una dirección que nos ha convertido en objetivo y víctimas de sus agresiones", indicaron fuentes de la ejecutiva peneuvista. Sin embargo, estas mismas fuentes dejaron "la puerta abierta", como lo hizo también el propio Arzalluz, a un cambio en el futuro si esta estrategia basada en el enfrentamiento da paso a "comportamientos de tolerancia y respeto". De hecho, miembros de la dirección creen en la existencia de "movimientos críticos" en el seno de HB y de la izquierda abertzale con la estrategia radicalizada implantada por la coalición con la ponencia Oldartzen (Acometiendo).La coincidencia entre las direcciones del PNV, EA e IU fue la valoración positiva de la cintura política de HB [gracias al trabajo de LAB, ELA y Elkarri] para reconvertir la primera convocatoria de huelga general en una manifestación y en un paro de dos horas. Arzalluz incluso avaló este paso y consideró que supone "un mal menor".

Libertad personal

La dirección de EA destacó el "esfuerzo realizado, especialmente por ELA, para reorientar el llamamiento inicial a la huelga" y valoró el espacio plural de entendimiento por el que se apuesta en el manifiesto de la marcha consensuado entre las tres centrales y Elkarri. "Expresamos nuestra apuesta decidida por la superación de este clima de confrontación y nuestro compromiso en la búsqueda de un nuevo espacio de entendimiento que propicie el fin de la violencia y el respeto a la voluntad de nuestro pueblo por parte de todos los sectores políticos", apuntó EA.Pero la ejecutiva de la formación que preside Carlos Garaiokoetxea entiende también que la estrategia y la práctica política de HB impiden hoy "mantener iniciativas y actividades públicas compartidas". No obstante, tuvo especial cuidado en respetar la participación de sus militantes en la protesta "por razón de su doble militancia sindical" o por su "decisión personal", una cuestión relevante dado el gran número de seguidores de EA afiliados a ELA, el sindicato de José Elorrieta.

Finalmente, la presidencia de IU en Euskadi consideró positiva la desconvocatoria de la huelga y pidió expresamente a HB y sus partidarios que hagan un llamamiento para que la manifestación y el paro tengan un "desarrollo pacífico y sin incidentes" frente a otras convocatorias que, "hasta el día de hoy, siempre han concluido con altercados diversos y alteraciones de la convivencia.

Por otro lado, las Juntas Generales de Guipúzcoa condenaron ayer las "claras amenazas" vertidas por el juntero de HB Xabier Alegría contra los procuradores del PP durante el pleno que debatió la aprobación de los presupuestos forales. Además, el equipo jurídico de la Cámara legislativa va a analizar si el comportamiento de los miembros de Herri Batasuna, que abandonaron la sesión tras la intervención de Alegría, vulneró el reglamento.

El juntero de HB empleó un turno del debate presupuestario para lanzar una proclama política en la que acusó al PP de "apostar por la guerra" y al PNV de posibilitar el cumplimiento de la sentencia del Tribunal Supremo contra la Mesa Nacional de HB "utilizando a la Ertzaintza y a los medios de comunicación". Alegría dijo que HB "está dando pasos" para la paz mientras que Mayor recurre a la "represión" y el PNV y EA "utilizan excusas para seguir con unos planteamientos que sólo mantienen el sufrimiento".

Después, los junteros de HB abandonaron el pleno tras depositar en los escaños del PP unos papeles en los que se leía "el que la hace la paga" y el nombre de Carlos Iturgaiz, en alusión a las palabras del presidente del PP vasco tras conocer la citada sentencia.