Anguita cierra la crisis de IU en la V Asamblea sin el apoyo de un tercio de la organización
Julio Anguita, reelegido coordinador general de Izquierda Unida (IU), hizo ayer un llamamiento a la unidad en el acto de clausura de la V Asamblea. "Ahora, a trabajar con una Izquierda Unida, unida, unida" casi gritó entre aplausos. Dio por cerrada la crisis, aunque un tercio de los delegados, en votación secreta, le negara apoyo a su lista. Los más de 100 votos en blanco, los 200 que obtuvieron las otras dos candidaturas y el centenar más de quienes no participaron en la votación hicieron mella en Anguita, aunque su reelección como coordinador, a mano alzada, sólo tuviera cuatro votos en contra.
No habrá cambios en la política que IU aplique tras esta V Asamblea. "Los elegidos estamos para seguir haciendo la misma política que hacíamos antes". Julio Anguita, con el cansancio reflejado en su rostro -"ahora voy a descansar unos días"- cerraba así la puerta a cualquier duda sobre el futuro de Izquierda Unida. Aunque reconoció que le preocupaba el centenar de papeletas en blanco en la votación de las candidaturas -"hay cien compañeros que globalmente rechazan todas las opciones"- no ve motivos para cambiar su propuesta política. "El informe de la gestión realizada", argumentó, "y el informe político lo aceptan el 100% de los delegados".Lo cierto es que de algo menos de 1.400 delegados, además de los 112 que dejaron sus papeletas en blanco, 209 votaron las listas alternativas y otros 100 no entraron siquiera en el salón de plenos para hacer uso de su derecho al voto, que es secreto. Como comentaba uno de los dirigentes de IU: "Julio sabe que un tercio de la organización no le ha apoyado. Tendría que preguntarse por qué".
A efectos formales, la Asamblea no elige al coordinador general sino que vota a los miembros del Consejo Político Federal. Sus miembros se reunieron a puerta cerrada al objeto de elegir entre ellos, a mano alzada, al número uno. Anguita fue elegido con 85 votos a favor y cuatro en contra. "La etapa de crisis fue superada hace tiempo", dijo Anguita. "En esta V Asamblea ha quedado demostrado que somos necesarios y hemos superado todas las crisis a pesar de estar bajo todos los fuegos cruzados. Lo hemos superado. Aquí estamos".
Ya había considerado cerrado el debate del diálogo con el PSOE al advertirles que son los socialistas los que tienen que ir hacia IU. También consideró demostrado que no tienen ningún conciliábulo con la derecha. "He dicho a José María Aznar que es cómplice de los crímenes de Estado y la corrupción". Y con los sindicatos, ningún problema: "¿No ven que en la dirección están sindicalistas como Marcelino Camacho, Salce Elvira o Agustín Moreno, aunquesean de la minoría de CC OO.
El discurso de clausura pasará a la historia de IU, aunque sólo sea por su brevedad. En seis minutos, Anguita lamentó los votos en blanco, mostró su satisfacción por el apoyo a su gestión, pidió la unidad, animó a movilizarse por la jornada de 35 horas y contra la corrupción y a impulsar el Estado federal. "A partir de ahora, ahí fuera, Izquierda Unida, unida, unida". Terminó envuelto en el aplauso y el desconcierto de los delegados por su parquedad. Poco trabajo tuvieron en esta ocasión quienes traducían al lenguaje de los sordos sus palabras.
En los pasillos, las quejas: ausencia de debate político y preocupación por la consolidación del PCE. Es verdad que algunos comunistas moderados se felicitaban porque habían equilibrado fuerzas con los duros. Madrid fue la gran derrotada. Algunos dirigentes no pudieron contener las lágrimas al ver que sus representantes moderados quedarían fuera de la lista oficial al pasar a la zona de caída por la presencia de las otras candidaturas.
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