Los azulgrana se ilusionan tras recuperar el liderazgo y ofrecer su mejor fútbol en Zaragoza

La paz impera en el vestuario del Camp Nou. El Barça ha superado el tortuoso mes de noviembre (dos victorias y cuatro derrotas) y empieza a ver el futuro más despejado. Los azulgrana realizaron en La Romareda una triple carambola: volvieron a ganar en campo contrario (no lo hacían desde el Bernabéu), recuperaron el liderato perdido en Oviedo (justo donde el Madrid lo dejó escapar) y exhibieron la mejor imagen del curso.Fue, posiblemente, lo que más reconfortó al vestuario: retomar el mando el día en que se jugó mejor. Quizás este liderato estará menos viciado y más lleno de contenido. "No habíamos perdido la ilusión. Vamos mejorando. En el fútbol siempre se busca lo mismo: el equilibrio entre el juego y los resultados. Quizá la gente nos mire ahora de otra forma" confesó Figo. "Pero lo más importante es mantenernos, ser regulares y no recaer".

"Nunca perdimos el norte. Dejamos de ir en cabeza, pero siempre empatados con el Madrid. Pero somos conscientes de que no hemos hecho nada. Hay que mantener el ritmo" abundó Sergi. Van con pies de plomo. Pesa aún tanta derrota como para dejarse engañar por falsas euforias. Pero el liderato ha reconfortado a un equipo maltratado y que sólo se juega el miércoles en Eindhoven, en Europa, no ser último de grupo.

Los pronósticos de Van Gaal empiezan a cumplirse: funda desde hace días su optimismo en recuperar al espinazo del equipo (Guardiola-Giovanni-Anderson). La enfermería se ha quedado casi vacía justo cuando empieza a recibir pacientes la del Madrid. "Estamos un poco mejor y el Madrid un poco peor", dijo Van Gaal tras llegar de Zaragoza. "Supongo que notarán las bajas de Mijatovic y Roberto Carlos", dijo Rivaldo, el pichichi. Brasil le obliga a despedirse ya de la Liga y no quiso irse sin decir: "Pueden criticarme, pero no está mal marcar 10 goles en 15 partidos".