Los 23 dirigentes de Herri Batasuna ya están en prisión

Los 23 dirigentes de Herri Batasuna (HB) condenados por el Tribunal Supremo por colaboración con ETA están ya en prisión tras la detención y traslado ayer a la cárcel de Pamplona de los cuatro miembros navarros de la dirección. El presidente del Gobierno, José María Aznar, manifestó ayer en el Congreso, donde asistió a los actos del 19º aniversario de la Constitución, que la absolución de HB habría sido "letal" para el Estado de derecho, y que con la condena acaba la impunidad del brazo político de la organización terrorista.

La detención de los cuatro dirigentes navarros de HB -Floren Aoiz, Adolfo Araiz, Alberto de Lorenzo y KoIdo Castañeda- estuvo rodeada de incidentes callejeros después de que la policía disolviera a varios cientos de personas que esperaban el traslado junto a la sede de la coalición. El viernes, la Ertzaintza detuvo en Bilbao, San Sebastián y Vitoria a los otros 19 miembros de la Mesa Nacional de HB. Los 23 condenados por el Tribunal Supremo por colaboración con banda armada cumplirán su condena de siete años de cárcel en las prisiones de Basauri (Vizcaya), Martutene (Guipúzcoa), Nanclares (Álava) y Pamplona. Los encarcelamientos estuvieron jalonados ayer por algunos incidentes. Grupos de encapuchados provocaron daños materiales y el desalojo de varias familias como consecuencia de ataques incendiarios en diversas localidades del País Vasco. Cuatro vehículos, particulares de ertzainas fueron quemados en el barrio donostiarra de Intxaurrondo. Los batzokis (sedes sociales) del PNV de Sukarrieta y Galdakao fueron atacados, así como diversas oficinas bancarias. Por la tarde, el movimiento juvenil Jarrai reunía a varios miles de personas en el Boulevard de San Sebastián en una manifestación contra la Constitución. El presidente del Gobierno, José María Aznar, opinó ayer por vez primera sobre la sentencia del Supremo, y aseguró que con ella "desaparece la sensación de impunidad de HB". Los españoles, según Aznar, "hoy saben que quien comete un delito se pone a disposición de los tribunales, es juzgado, y si hay pruebas, es condenado".