El festival Madrid Sur llega a 10.000 espectadores en su segunda edición
El teatro alternativo y de calidad comienza a cuajar en la periferia capitalina. El II Festival Internacional Madrid Sur acaba de echar el cierre con el contento de rebasar la significativa barrera de los 10.000 espectadores y la percepción de que la propuesta, que el año pasado se tenía por muy arriesgada, se consolida. Han sido siete fines de semana con 67 representaciones, entre las que la versión caló de Bodas de sangre, un Quijote rumano y la judía Oylem, goylem pueden considerarse triunfadoras.
La ocupación de las salas ha rondado el 75%, según los organizadores, lo que tiene su mérito en unas ciudades de escasa tradición teatral y con un programa sin concesiones: un Cuarteto de Heiner Müller en versión original rusa, la danzateatro de la compañía griega Analia con El mito de Fedra o la reivindicación de la cultura más autóctona de colectivos perseguidos, como judíos y gitanos, entre otras apuestas de riesgo. "No hemos tenido que sufrir ninguna de esas típicas funciones desairadas ante 15 o 20 tristes espectadores, como suele suceder en otros sitios", apuntó José Monleón, presidente del Instituto Internacional del Teatro del Mediterráneo, el colectivo que ha vuelto a organizar el evento sureño.Monleón, que nunca se resiste a debatir con el público sobre las obras representadas y que asume personalmente la asistencia a conferencias mesas redondas y todo lo que sea menester, se confiesa agotado tras 67 representaciones a cargo de 19 compañías, pero su mente ya anda en conjeturas sobre la edición de 1998. "Lo difícil será mantener la aparición de tres o cuatro nombres con aureola de excepcionalidad, como sucedió el año pasado con Allá Demidova, y éste, con el judío Moni Ovadia, el Quijote rumano de Catalina Buzoinau o el grupo de teatro romaní Pralipe", pronosticó. Estos tres han sido, de hecho, los espectáculos con mejor acogida, "pese a que El Quijote", bromea Monleón, "nos cae muy poco simpático desde los tiempos de la escuela".
La tercera entrega de Madrid Sur se encontrará con otro inconveniente adicional: la pérdida de la subvención por cuenta del programa Caleidoscopio de la Unión Europea, que sólo concede ayudas por un máximo de dos años. El Teatro del Mediterráneo, que este año ha manejado un presupuesto de 50 millones de pesetas, confía en suplir ese dinero con el compromiso económico de otras instituciones; por ejemplo, la Universidad Carlos III.
Las estadísticas apuntan a Alcorcón y Getafe como los municipios más volcados con el programa de Madrid Sur, pese a que esta última ciudad sigue sin finalizar su teatro -el Federico García Lorca, en obras desde hace 12 años- y ha de conformarse con un centro de cultura obsoleto y de aforo más que ajustado.
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