Amparanoia, del 'blues' a la ranchera

La granadina Amparo Sánchez, conocida hasta hace poco como cantante de blues en los grupos Amparo and The Gang o Ampáranos del Blues, ha dado un giro a su carrera y ha creado Amparanoia, denominación bajo la que hoy presenta El poder de Machín, un disco que la muestra latina y bohemia. "La culpa de mi cambio la tiene Madrid", asegura la cantante y compositora para justificar su devoción actual hacia el bolero, el son, la rumba y la ranchera: "Amparanoia es genuinamente madrileña. Mi evolución se debe a todo lo que me ha llegado, he visto, escuchado y aprendido desde que vivo aquí".Con 28 años y un hijo de 12, Amparo llegó a la ciudad hace tres años con el sueño de cantar cada día en un garito diferente, pero nunca con el de grabar un disco: "Vine sólo con la intención de aprender y tocar. Conseguí hacerlo durante más de un año por los bares de Malasaña y Lavapies, pero nunca llevé mis canciones por las compañías discográficas. El boca a boca hizo que una independiente me buscara y yo, eso sí, acepté encantada".En Madrid conoció tantas músicas que fue abandonando el blues para componer El poder de Machin, un disco lleno de estilos fronterizos donde colaboran desde Manu Chao, de Mano Negra, hasta Víctor Coyote. "Cambié de nombre", dice, "porque aquí no me conocía nadie y así metía rancheras y no hacía todo el rato versiones de Janis Joplin, como me obligaba mi fama en Granada". Considerada la voz más negra del pop español, asegura no haber renunciado al blues: "En todo caso, a su circuito y repertorio, pues ahora soy Amparanoia las 24 horas del día buscando en las raíces latinas, mexicanas, árabes, flamencas o rumberas el colorido de mis canciones".

Una de ellas, Buen rollito, resume su filosofía vital: "La hice pensando en Madrid, porque ésta es la capital del buen rollito. Hay gente de fuera que viene buscando que siempre hay energía positiva".

Amparanoia, hoy en Suristán (Cruz, 7. M. Sol y Sevilla), 24.00 h. 1.000 Pta.