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Barajas inicia su reordenación con una gran campaña para evitar que los viajeros se pierdan

Vicente G. Olaya

Barajas está dando los últimos toques a la que será la mayor reordenación de su historia: nuevas terminales, cambios en sus denominaciones, nuevos accesos... Para evitar que los usuarios se pierdan en este maremágnun, los responsables del aeródromo han editado 1,8 millones de folletos explicativos, se ha duplicado el número de puestos de información y se ha puesto en marcha un número telefónico gratuito de información. El aeropuerto no quiere encontrarse el sábado, cuando se hagan efectivos los cambios, a miles de pasajeros deambulando perdidos por las terminales.

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El aeropuerto está dispuesto a ganar el órdago que ha echado al tradicional sistema de señales externas e internas de Barajas. El sábado, la terminal internacional dejará, oficialmente de existir para convertirse en la T1. De ella partirán -o llegarán- todos los vuelos con destinos internacionales, excepto los aviones propiedad de Iberia que vuelen a Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Holanda, Italia, Luxemburgo y Portugal. Es decir, los países de la Unión Europea que han firmado el Tratado de Schengen (un acuerdo que elimina las aduanas entre ellos).De la T2, la antigua terminal nacional, saldrán -o arribarán- los vuelos nacionales y los internacionales de Iberia con los países firmantes del Tratado de Schengen.

En la terminal T3, el hasta ahora llamado dique norte, y que fue inaugurado el pasado junio, se ubicarán los aviones de Iberia que cubren el puente aéreo entre Madrid y Barcelona y los llamados vuelos regionales (trayectos nacionales que se realizan en aviones con menos de 50 plazas).

La compañía Iberia, la más afectada por los cambios que sufrirá el aeropuerto, se ha comprometido a imprimir en todos los billetes el nombre de la terminal correspondiente a sus respectivos vuelos. Un portavoz de estas aerolíneas afirmó ayer: "Aunque se expliquen muy bien todos los cambios efectuados en el aeropuerto, mediante folletos o publicidad, el viajero acaba despistándose. Por ejemplo- hay que tener en cuenta que un vuelo a Palma de Mallorca no sale siempre desde la T2. Puede partir desde la T3, si los pasajeros vuelan en un avión de menos de 50 plazas. Es lo que se llama vuelo regional. En cambio, si ese viaje se hace en un Jumbo, con capacidad para centenares de viajeros, la aeronave saldría desde la T3. Por eso lo más efectivo es indicarlo en el billete para que nadie se pierda".

Cambio de señales

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Además, las viejas señales internas y externas del aeropuerto están siendo sustituidas, a marchas forzadas, por otras nuevas. Se ha comenzado por cambiar los indicadores interiores: pasillos, aparcamientos, vestíbulos... De hecho, ayer no quedaba prácticamente ninguno en las terminales. Las señales exteriores, en cambio, no serán sustituidas por otras nuevas hasta el viernes. No obstante, las nuevas placas ya han sido fijadas, pero permanecen cubiertas con grandes lonas para evitar que los usuarios se despisten. El sábado serán destapadas y retiradas las antiguas.El aeropuerto ha editado 1,8 millones de folletos explicativos. Un millón de ellos irán encartados en los principales periódicos nacionales. El resto se repartirá entre agencias de viajes, hoteles, compañías aéreas, autobuses, oficinas de turismo y taxis. Ayer, por ejemplo, se repartieron los primeros 4.000 folletos entre los taxistas.

También se han ampliado notablemente los puntos de información pública del aeropuerto. De los cinco actuales se pasa a once. Dos de ellos se colocarán a la salida de los aparcamientos.

Lo que ya funciona es el teléfono gratuito 900 150 300. En él se informa de todos los cambios llevados a cabo en el aeródromo. Los operadores responden, por el momento, una media de 70 llamadas diarias.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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