Serra ataja la campaña de apoyo a Sala organizada por el PSC de Barcelona
La campaña de rechazo a la condena del ex senador Josep Maria Sala organizada por el PSC de Barcelona fue bruscamente interrumpida ayer pocas horas después de su lanzamiento por orden expresa del primer secretario de los socialistas catalanes, Narcís Serra.
Simultáneamente, el Ayuntamiento de Barcelona, gobernado por el PSC, echó mano de las ordenanzas municipales para obligar a los organizadores de la campaña a. retirar de inmediato las 50 pancartas con el lema ¿Errores judiciales? No, gracias que habían colocado en las calles del centro de la ciudad durante la madrugada de, ayer.
La iniciativa de, la federación barcelonesa del PSC disgustó profundamente a Serra, que lleva varios días pidiendo prudencia a sus capitanes territoriales y recalcándoles la consigna de que un partido que aspira a gobernar, como el PSC, no debe retar ni desacreditar al sistema judicial. El primer secretario del PSC y su responsable de organización, José Montilla, llamaron de inmediato al orden a los dirigentes de su federación barcelonesa, les mandaron parar la campaña y les instaron a administrar con cordura las demostraciones de solidaridad con Sala.
Comitiva de despedida
Montilla previno expresamente, además, contra la posibilidad de que a alguien del partido se le ocurriera "Ia chaladura" de organizar una comitiva de militantes para despedir a Sala a las puertas de la prisión.Además de las pancartas, la campaña del PSC de Barcelona contaba también con la distribución de 100.000 folletos titulados Justicia sí, persecución no. Los panfletos, que sí fueron repartidos, acusan a la justicia española de usar dos varas de medir y sostienen que el Supremo actuó en el caso Filesa a instancias del Gobierno del PP.
Pese a que las pancartas sólo estuvieron expuestas hasta media tarde, los dirigentes locales de los socialistas catalanes consideran que cumplieron su objetivo: expresar la protesta por la condena a Josep Maria Sala y a los demás imputados por el caso Filesa.
El Ayuntamiento de Sentmenat, localidad natal del ex diputado Carlos Navarro, condenado a 11 años de cárcel, aprobó ayer solicitar el indulto para él. La propuesta fue aprobada por unanimidad por un consistorio con concejales del PSC, de IC, del PP y de CiU.
El presidente catalán, Jordi Pujol, evitó ayer pronunciarse sobre el caso Filesa, pero a preguntas de los periodistas dijo que lamenta "muchísimo" lo que está sucediendo. Felip Puig, secretario de organización de Convergència, reconoció que la financiación de los partidos "es un reto pendiente que ha sido tratado con hipocresía y sin valentía".
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