Decepción en los partidos vascos al no lograr acuerdos con Mayor sobre los presos

Las viandas que les sirvió el ministro Jaime Mayor Oreja para cenar fue lo único tangible que se llevaron a casa los siete representantes de los partidos vascos. Frente a las expectativas que se habían suscitado, el titular de Interior ni siquiera ofreció a sus interlocutores la creación de una mesa permanente de negociación sobre el asunto de los presos. Sólo algo tan inconcreto como la promesa de "una política más activa" para el acercamiento. José Antonio Rubalkaba, del PNV, no ocultó su decepción: valoró lo obtenido en un 10% de lo que esperaba, por lo que "la reunión no ha sido positiva".

A las 0.40 horas finalizó la cena que mantuvieron el titular de Interior, Jaime Mayor Oreja, y siete representantes de los partidos vascos del bloque democrático. Después, uno a uno, comparecieron ante los periodistas y, salvo el representante del PP, los demás no ocultaron su decepción.En el ambiente flotaba cierta sensación de que Mayor iba a hacer el "gesto" de ceder al traslado a la Península de los 33 presos de ETA recluidos en cárceles insulares. Los interlocutores del ministro resaltaron que no sólo no obtuvieron esta promesa, sino que ni siquiera le sacaron el compromiso de crear una comisión permanente Instituciones Penitenciarias-partidos vascos sobre política penitenciaria. Y eso que esto último era algo que se daba por hecho días atrás, incluso desde fuentes del propio ministerio.

"El ministro nos ha planteado emprender una política más activa y nos ha pedido un margen de confianza", explicó Rubalkaba. "Yo así se lo explicaré a mi partido y a ver qué dice", agregó antes de reiterar que su postura es que "hay que ir al acercamiento de los presos [a Euskadi] con las condiciones que sean precisas".

Presos insulares

"Al ministro le hemos anunciado que, como comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco, no vamos a renunciar a intervenir en esa política activa", dijo Rubalkaba. Sobre el traslado de los etarras de Canarias y Baleares, aseguró que Mayor, "sin negar que pueda hacer ese gesto, no lo ha concretado".Para Manuel Huerta, del PSOE, "el encuentro ha sido positivo, aunque no ha dado resultados". En cambio, se felicitó de que haya servido para "abrir las posibilidades de diálogo" con Interior.

Eugenio Damboriena, del PP, lógicamente fue más optimista. Al ser preguntado en qué se concretaría esa "política activa" de Mayor, dijo que "en el contacto con los partidos", lo que podría servir para "desbloquear" la situación penitenciaria. "Un diálogo condicionado por un gesto no es un diálogo", aseveró respecto al hipotético trasladado de los etarras desde las cárceles insulares.

"Queríamos algún gesto para desatascar esta situación", señaló a continuación lasone Iraragorri, de Eusko Alkartasuna, quien calificó el encuentro de "agridulce". "Me hubiera gustado llegar a acuerdos más concretos", se quejó antes de proclamar: "La sociedad vasca demandaba unas medidas concretas que nosotros no le vamos a poder ofrecer". Iraragorri cree que "se ha perdido mucho tiempo" y que "el entendimiento [con Interior] habría sido hace un año y medio más fácil que ahora".

Javier Madrazo, de IU, resumió la reunión con un trallazo: "Decepcionante" y "vacía de compromisos concreto?. "En política", argumentó, lo importante son los hechos, no las palabras".

Pablo Mosquera, de Unidad Alavesa, entiende que es preciso "separar la pacificación de lo que es política penitenciaria". En su opinión, si el Gobierno vasco tuviera competencias para gestionarlas prisiones "a lo mejor se podía hacer algo novedoso". El foralista Raúl Reyero, del grupo mixto, expresó su confianza en que "dentro de unas semanas o unos meses" Interior ofrezca "acciones concretas".

Los políticos vascos no analizaron durante la cena con Jaime Mayor el comunicado difundido ayer por ETA anunciando una tregua sectorial, aunque Rubalkaba comentó que el ministro comentó en la cena que no es más que "una táctica que no va a llevar a ninguna parte".